El Parlamento neerlandés respaldó una moción que propone que el actual rey Guillermo Alejandro de Países Bajos, junto a su madre Beatriz y la princesa heredera Amalia paguen impuestos a las rentas que reciben por parte del Estado. Esta medida, que también abarca a las respectivas parejas de los miembros de la realeza, pondría fin a la exención constitucional vigente.
La moción recibió el voto positivo de 90 de los 150 diputados, entre ellos, del partido liberal de izquierda D66 -uno de los cuatro partidos de coalición del Gobierno-, los socialdemócratas PvdA, la izquierda verde GroenLinks y la ultraderechista PVV, entre otros.
Por su parte, los liberales (VVD) del primer ministro, Mark Rutte, votaron en contra de la propuesta.
Entre sus lineamientos, la moción exige al Gobierno la creación de una enmienda constitucional que permita introducir este cambio en el artículo 40 de la Carta Magna, donde se hace referencia a la exención de impuestos que rige por estos días sobre la anterior Reina, Guillermo Alejandro y la princesa Amalia.
De obtener la luz verde, el Rey tendría que aportar 489.000 euros al pago de contribuciones a la seguridad social y el impuesto sobre la renta, que se desprenden de los 1.007.000 euros que recibe en una transferencia neta en concepto de sueldo.
Sin embargo, a pesar de haber conseguido una mayoría positiva entre los diputados, enmendar la Constitución es un proceso mucho más complicado y largo. Para ello, serán necesarios dos nuevos debates y votaciones tanto en el Parlamento como en el Senado, a la par de elecciones generales intermedias. A su vez, la segunda de éstas votaciones debe conseguir un respaldo de la propuesta con una mayoría de dos tercios.
En lo que respecta al año entrante, el presupuesto general para 2023 prevé un aumento de la asignación total del Rey, que aumentará en 276.000 euros. Así, alcanzará los 6.4 millones de euros al año. Esta suba ha generado una ola de críticas por parte de varios partidos dado que muchos ciudadanos enfrentan dificultades financieras por la inflación y los altos precios de la energía.
A raíz de la crisis que desató en todo el mundo la invasión de Rusia a Ucrania, la inflación en el país en septiembre fue del 14,5%, lo que representa una suba del 2,5 % respecto al mes anterior y un alza del 11,8 % si se lo compara con el mismo mes del año pasado.
Por su parte, en septiembre el Gobierno había anunciado un tope a las facturas de gas y electricidad, para permitir que sean costeables por la población, en un momento en el que las tarifas han aumentado excesivamente en todo el continente por la falta de suministro de gas por parte de Rusia.
“Hemos acordado un máximo de un euro cincuenta por un metro cúbico de gas, y 70 céntimos por un kilovatio hora de electricidad. Esto se aplica hasta un uso de 1 200 metros cúbicos de gas y 2 400 kilovatios hora de electricidad”, explicó entonces Rob Jetten, ministro de Política Climática y Energética.
(Con información de EFE)
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