Denuncian que la estrategia de Putin ante la llegada del invierno boreal es dejar morir de hambre y frío al pueblo ucraniano

En el marco de una conferencia virtual, activistas, diplomáticos y periodistas analizaron el genocidio perpetrado por las tropas rusas y los próximos pasos de una guerra que mantiene en vilo a todo el mundo

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Putin es acusado de crímenes de guerra y de lesa humanidad en Ucrania (Sputnik/Sergey Ilyin/Kremlin vía REUTERS)
Putin es acusado de crímenes de guerra y de lesa humanidad en Ucrania (Sputnik/Sergey Ilyin/Kremlin vía REUTERS)

A casi ocho meses del inicio de la invasión rusa, y mientras las fuerzas ucranianas llevan a cabo una férrea contraofensiva para recuperar territorios ocupados, cada vez son más estremecedoras las denuncias sobre los brutales métodos de tortura, ejecución y ataque por parte de las tropas de Vladimir Putin. Los casos que se han documentado hasta el momento -todavía quedan miles por conocer- no dejan dudas de que el jefe del Kremlin está cometiendo un “genocidio” en territorio ucraniano.

Así se manifestaron activistas ucranianos durante una conferencia virtual, de la que participó Infobae, organizada por la embajada de Estados Unidos en Guatemala. Los oradores fueron William W. Popp (embajador de EEUU en Guatemala); Hanna Hopko (experta en derechos humanos y fundadora de la “National Interest Advocacy Network”); Maria Kurinna (defensora de derechos humanos); e Illia Ponomarenko (periodista de defensa y seguridad del Kyiv Independent).

“La agresión rusa debe ser reconocida como un genocidio” por parte de la comunidad internacional, afirmó Hopko, quien también supo desempeñarse como diputada de su país.

“Todo lo que está sucediendo en el país es genocidio. Los países deben apoyar la lucha que tiene Ucrania por su libertad, y respaldar la soberanía ucraniana. Desde 1991 cuando la URSS fue desintegrada, fue una derrota para el comunismo, y salimos del colonialismo. Una victoria ucraniana sería importante para frenar estas prácticas colonialistas de la Federación rusa”, agregó.

La activista, quien comentó que hace ocho años -desde el inicio de la invasión rusa con la anexión de Crimea- viene velando por los derechos humanos, indicó que esta no es una guerra contra Ucrania, sino “contra todas las naciones civilizadas”. Por eso, aseveró que “el mundo va a ser más seguro” con una victoria de Kiev.

Recordó que el genocidio de Putin lleva 238 días, en los que las tropas invasoras han tratado de “destruir el apoyo”: “Rusia ha conducido casi 200 tanques en 11 días, imagínense cuántos civiles han muerto en esos días; también ha utilizado misiles balísticos, drones kamikazes, como los provistos por Irán…”.

Activistas aseguran que las tropas de Putin están cometiendo un genocidio en Ucrania (REUTERS/Zohra Bensemra)
Activistas aseguran que las tropas de Putin están cometiendo un genocidio en Ucrania (REUTERS/Zohra Bensemra)

Ponomarenko indicó que Ucrania se está enfrentando a un “dictador” que busca “venganza con todo el mundo”. Comentó, además, que el mandatario ruso, pese a los malos resultados que vienen obteniendo sus tropas, “solo quiere mantenerse en el poder”.

Kurinna, quien forma parte de un grupo de activistas que se dedica a documentar desde hace ocho años las violaciones a los derechos humanos, afirmó que en los últimos meses las tropas de Putin incrementaron “sus métodos de terror” en las regiones ocupadas, a través de detenciones ilegales, deportaciones forzosas, torturas en sótanos, y violencia sexual hacia mujeres, niños y hombres.

Según indicó, su organización (5AM) logró documentar más de 320 casos de desapariciones forzadas hacia fines de septiembre. Pero aclaró que a medida que se van recuperando territorios ocupados, se van documentando “muchos más”. Sobre las cifras de deportados forzosos reconoció que “es difícil estimar”. El embajador Popp, quien indicó que más de 14 millones de ciudadanos se vieron obligados a huir de sus hogares, agregó que el proceso de deportaciones forzosas “se conoce como filtración”, mientras el Kremlin utiliza su maquinaria de propaganda para hacer creer que se trata de ucranianos que solicitaron ser enviados a suelo ruso.

Kurinna afirmó que toda la evidencia que su organización logra documentar la envía a la Corte Penal Internacional, además de contribuir al trabajo de la Fiscalía general. Destacó, asimismo, que cuenta con numerosos expertos y con el apoyo de especialistas internacionales.

Hopko, quien subrayó que la comunidad internacional debe declarar a Rusia como un estado promotor del terrorismo, consideró vital llevar a la justicia internacional a Putin y a la cúpula de su régimen por las atrocidades cometidas en Ucrania: “Tiene que haber un castigo en la Corte Penal Internacional”.

Durante la conferencia también se abordó un tema que genera preocupación en ambos actores del conflicto armado: la llegada del invierno. Las bajas temperaturas y las nevadas dificultarán las labores de los ejércitos.

Denuncian que las tropas rusas intentarán destruir la infraestructura alimentaria y energética de cara al invierno en Ucrania (REUTERS/Alexander Ermochenko)
Denuncian que las tropas rusas intentarán destruir la infraestructura alimentaria y energética de cara al invierno en Ucrania (REUTERS/Alexander Ermochenko)

La activista y ex diputada ucraniana dijo que la estrategia de Putin es atacar la infraestructura crítica, como la alimentaria y la energética, “para que la gente tenga hambre y se quede sin electricidad antes del invierno, y así mueran personas de hambre o congeladas”.

Ponomarenko estimó que a nivel militar no bajará la actividad, pese al crudo invierno. En tanto, opinó que se verá lo que se podría llamar “la guerra de la logística”: “Porque el invierno es un reto adicional, mantener a las tropas, la ocupación… Los ucranianos hemos venido siendo mejores que los rusos en logística. Para el invierno serán necesarias muchas cosas”. Según su perspectiva, esa logística en el campo de batalla, “va a definir todo el panorama para el resto de la guerra”.

En línea con lo expuesto por Hopko, afirmó que las tropas rusas intentarán destruir el sistema energético para que escasee la calefacción en los hogares y edificios gubernamentales.

A pesar de la amenaza rusa, y de los desafíos que traerá el invierno, los activistas coincidieron en el “poder de resiliencia” del pueblo ucraniano y aseguraron que toda la nación “está unida” para lograr la liberación del país.

“Creen que destruyendo nuestra infraestructura nos van a obligar a una negociación; no vamos a parar en nuestra defensa”, advirtió Hopko, al tiempo que indicó que las fuerzas de su país se están equipando con más sistema de defensa antiaérea para hacer frente a los futuros ataques rusos. “También vamos a reparar los daños y objetos destruidos para seguir luchando contra los rusos”.

“Nos estamos preparando y entendemos los planes de Rusia, como utilizar drones de Irán para hacer que todas las ciudades no sean sitios vivibles, pero eso no nos va a detener. Nos estamos preparando, los europeos van a desarrollar su estrategia de energía, y no van a permitir que Rusia nos chantajee, ni a ellos con el tema de la energía. Tenemos una misión especial de vencer a este régimen totalitario ruso. Las personas están muy unidas, y continuamos en nuestras campañas de defensa, aumentando las ayudas. No hay otra opción para nosotros: solo vamos a ganar”, añadió.

“La población no está en pánico, está movilizada y más fuerte”, aseveró Ponomarenko.

Kurinna también valoró la “resiliencia” de su país: “Hemos resistido por años y años las fuerzas que nos atacan y tratan de borrar nuestra identidad, nuestro idioma, nuestra cultura. Lo tenemos en nuestros genes; somos una población unida, creando iniciativas para apoyar a aquellos que son más vulnerables, para que nadie se quede atrás. Vamos a luchar hasta la victoria porque estamos en lo correcto”.

Los activistas destacaron la resiliencia del pueblo ucraniano (REUTERS/Clodagh Kilcoyne)
Los activistas destacaron la resiliencia del pueblo ucraniano (REUTERS/Clodagh Kilcoyne)

Por su parte, los oradores advirtieron que la guerra no sólo tiene un impacto en suelo ucraniano, sino a nivel global. “Es algo crítico, debemos pararlo lo antes posible”, aseguró el embajador Popp.

En esa línea, Hopko se refirió a la crisis alimentaria que provocó la invasión rusa, al recordar que Ucrania es uno de los grandes proveedores de comida, harinas y trigo a nivel mundial. También es uno de los más grandes productores de grano, con el 10% del comercio internacional. Para dimensionar el impacto que tendrá a futuro el bloqueo de los puertos ucranianos, la ex diputada dijo que en los próximos tres a cinco años no será posible encontrar un proveedor que garantice los mismo niveles de producción que su país.

El embajador comentó que esta crisis provocada por las fuerzas de Putin ya condujo a un considerable aumento de los precios de granos, algo que ha afectado mucho a los países de América Latina.

Por todo esto, la ex diputada ucraniana pidió más sanciones y pronunciamientos más contundentes contra el Kremlin: “Esperamos que haya más sanciones económicas, y que tengamos una asignación de Rusia como un estado que promueve el terrorismo (…) Queremos ver solidaridad de la Unión Europea, y también del G20, que se reunirá en noviembre. Deben protestar contra la participación rusa. El patrocinador de terrorismo no se debería sentar en esa reunión”.

Hopko, quien no ha visto a su hija en los últimos tres meses, pidió que la guerra termine lo antes posible: “Necesitamos que las familias vuelven a reunificarse”. “Lo que queremos es paz y nuestras vidas normales de regreso”, concluyó Ponomarenko.

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