Miles de personas protestaron en Francia contra la inflación y la falta de acción contra el cambio climático

La manifestación fue convocada por partidos de izquierda y respaldada por cientos de asociaciones que buscan mantener la tensión creada por la huelga en refinerías del grupo TotalEnergies, que ha provocado un desabastecimiento de gasolina en el país

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Demonstrators take part in a
Demonstrators take part in a protest by New Ecologic and Social People's Union (NUPES), a coalition of left and green parties, against soaring inflation and what they call a lack of government action to fight climate change, in Paris, France October 16, 2022. REUTERS/Stephane Mahe

Miles de personas, entre ellos la escritora francesa que ganó recientemente el Nobel de literatura, protestaron el domingo en París contra la inflación, la falta de acción contra el cambio climático y para exigir más impuestos a las corporaciones, en plena crispación social tras tres semanas de una huelga en las refinerías que ha provocado un desabastecimiento de gasolina en el país.

La manifestación fue convocada por partidos de izquierda y respaldada por cientos de asociaciones que buscan mantener la tensión creada por la huelga en refinerías del grupo TotalEnergies, que ha dejado al gobierno de Macron a la defensiva.

El principal objetivo era llamar la atención sobre la difícil situación de los trabajadores que se enfrentan a un aumento del costo de vida --la inflación fue del 5,6 % interanual en septiembre-- y criticar la falta de acción política contra el cambio climático.

“Vamos a tener una semana como no se ve muy a menudo”, dijo el líder del partido de izquierda radical, La Francia Insumisa, Jean-Luc Mélénchon.

Varios sindicatos convocaron para el martes una jornada nacional de huelgas, que se prevé afectará al transporte por carretera y ferroviario y al sector público.

Según los organizadores, 140.000 personas participaron en la manifestación. La policía, en cambio, calcula que fueron 30.000 personas.

La protesta contra la inflación
La protesta contra la inflación en París, el 16 de octubfre del 2022. (Foto AP/Aurelien Morissard)

El gobierno de Macron está también a la defensiva en el Parlamento, donde perdió su mayoría en las elecciones de junio. Ello le está haciendo difícil a su alianza centrista implementar las políticas nacionales, y las discusiones para el presupuesto del próximo año se están complicando.

Mélenchon denunció que Macron “está frito” y que su liderazgo está hundiendo a Francia en el “caos”.

Junto con Mélenchon estaba Annie Ernaux, la autora francesa que acaba de ganar el Nobel de literatura. Mélenchon — quien dos veces ha sido derrotado por Macron en elecciones nacionales — declaró la protesta “un éxito enorme”.

“Todo se está juntando. Empezamos con esta marcha, que es un éxito enorme”, dijo Mélénchon, satisfecho.

Jean-Luc Melenchon, líder del partido
Jean-Luc Melenchon, líder del partido de oposición francés de extrema izquierda La France Insoumise (Francia Unbowed), y líder de la Nueva Unión Popular Ecológica y Social (NUPES). A su izquierda, Annie Ernaux, la autora francesa que acaba de ganar el Nobel de literatura (REUTERS/Stephane Mahe)

Predijo que los ministros de Macros tendrán que imponer el presupuesto por la cámara baja del Parlamento sin darle el voto a los legisladores, una medida controversial que atrajo abucheos de la multitud.

Algunos manifestantes llevaban chalecos amarillos, símbolo de las protestas antigubernamentales de 2018 que desafiaron al gobierno del presidente Emmanuel Macron.

Según un periodista de la AFP, la protesta transcurrió sin enfrentamientos graves, aunque se produjeron algunos altercados entre manifestantes y policías.

Inaceptable”

La protesta ocurre dos días después de que el gigante energético francés TotalEnergies anunciara un acuerdo de incremento salarial (7% más bonificaciones) con los dos mayores sindicatos que representan a la plantilla de sus cuatro refinerías en Francia.

Pero el sindicato CGT, conocido por su combatividad, se ha negado a aceptarlo, reclamando un incremento del 10%, y sus miembros continúan manteniendo los piquetes.

FOTO DE ARCHIVO: Miembros del
FOTO DE ARCHIVO: Miembros del sindicato de trabajadores francés CGT frente a la refinería del gigante petrolero TotalEnergies en Donges, Francia, el 12 de octubre de 2022. REUTERS/Stephane Mahe

El ministro de Cuentas Públicas, Gabriel Attal, aseguró el domingo que seguir con la huelga que ha creado un desabastecimiento de combustible en todo el país era “inaceptable”.

“Evidentemente hay un derecho de huelga, pero en un momento el país tiene que poder funcionar”, afirmó en una entrevista con varios medios franceses.

Donde sí se levantó la huelga esta semana fue en las dos refinerías del grupo Esso-ExxonMobil en Francia, gracias a un acuerdo salarial alcanzado el martes y bajo la presión del ejecutivo, decidido a tomar el control de las plantas para que se reanudara la actividad.

En torno a un tercio de las gasolineras del país sufren problemas de abastecimiento, especialmente alrededor de París y en el norte del país.

Muchas empresas han reducido los viajes y las entregas, e incluso los vehículos de los servicios de emergencia se enfrentan a problemas de suministro.

Enormes beneficios

TotalEnergies logró más de 10.000 millones de dólares de beneficios en el primer semestre de 2022 en parte por el alza de los precios de la energía.

Muchos franceses simpatizan con los trabajadores, que piden un aumento salarial, pero según una encuesta publicada el viernes, solo un 37% de los franceses apoyan los paros.

La Premio Nobel de Literatura de 2022, la francesa Annie Ernaux, y otras 60 figuras públicas del mundo de las artes y la cultura habían llamado a unirse a la marcha del domingo en una carta conjunta.

La magnitud de las protestas y huelgas en los próximos meses podría influir en la capacidad del gobierno para implementar su controvertida reforma del sistema de pensiones.

Macron, que fue reelegido en abril, quiere atrasar la edad de jubilación, que actualmente se sitúa en los 62 años, para equiparar a Francia con otros países europeos. Pero los sindicatos y partidos de izquierda se oponen frontalmente a este cambio.

(Con información de AFP y AP)

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