El nuevo ministro británico de Economía, Jeremy Hunt, reconoció este sábado que el plan fiscal presentado hace tres semanas por su predecesor, Kwasi Kwarteng, contenía “errores” que serán subsanados en una nueva versión que él mismo anunciará el 31 de octubre.
En su primera entrevista tras asumir el cargo, en el canal Sky News, Hunt admitió la equivocación de haber querido bajar los impuestos a los más ricos en momentos de dificultad económica.
“Fue un error rebajar la tasa (del 45% al 40%) a los más ricos cuando íbamos a pedir decisiones difíciles en impuestos y gasto”, dijo.
De la misma forma, adelantó que el Ejecutivo encabezado por Liz Truss va a tener que adoptar medidas “duras” para equilibrar las cuentas, lo que implicará pedir a todos los ministerios que presenten planes de ahorro y renunciar a varios recortes de impuestos.
“El gasto no subirá tanto como la gente quiere, y habrá que buscar más ahorros, y tampoco tendremos las bajadas de impuestos que yo esperaba, por lo que habrá algunos que tendrán que subir. Esa es la realidad de la situación a la que nos enfrentamos”, agregó.
La primera ministra, Liz Truss, rectificó ayer su plan de mantener el impuesto de sociedades en el 19% y recuperó el proyecto del anterior Gobierno de Boris Johnson de elevarla al 25%, tras la tormenta financiera desatada por el “mini” Presupuesto presentado por su exministro de Economía Kwasi Kwarteng.
En cualquier caso, Hunt dijo que no volverán los niveles de austeridad aplicados en 2010, tras el estallido de la crisis financiera, por el Gobierno de David Cameron.
Y pese a haberse declarado en muchas ocasiones partidario de bajar los impuestos, admitió que “no tiene sentido hacerlo recurriendo a más endeudamiento”.
En un nuevo giro de 180 grados, la cada vez más cuestionada Truss anunció el viernes que incrementará el impuesto a las sociedades, como había previsto el anterior gobierno, para “tranquilizar a los mercados”.
“Está claro que algunas partes de nuestro minipresupuesto fueron demasiado rápidas para los mercados”, reconoció Truss en una breve rueda de prensa, en la que insistió en la necesidad de “estabilidad” para la economía británica, tras destituir a su ministro de Finanzas, el ultraliberal Kwasi Kwarteng.
“Estoy absolutamente determinada a cumplir la promesa que hice de conseguir un crecimiento más fuerte, un Reino Unido más próspero y de salir de la tormenta en la que nos encontramos”, afirmó Truss.
Truss despidió a Kwarteng, quien había regresado desde Washington a Londres antes de lo previsto para mantener conversaciones con miembros del Gobierno sobre su controvertido plan de crecimiento. Jeremy Hunt fue anunciado como nuevo ministro de Economía en su reemplazo.
“Me has pedido (Liz Truss) que me aparte como su Canciller. He aceptado. Cuando me pediste que fuera Canciller, lo hice con pleno conocimiento de que la situación a la que nos enfrentábamos era increíblemente difícil, con la subida de los tipos de interés mundiales y de los precios de la energía”, escribió Kwarteng en una carta publicada en su cuenta de Twitter en la que anuncia su salida del Gobierno.
En medio de la crisis, los diputados conservadores dieron a Liz Truss un plazo de 17 días para salvar su puesto como primera ministra del Reino Unido. La primera ministra de Escocia, Nicola Sturgeon, se sumó a quienes piden la renuncia de la actual jefa de Gobierno.
“Lo mejor que podría hacer Liz Truss por la estabilidad económica ahora es dimitir”, escribió en su cuenta de Twitter.
(Con información de EFE y AFP)
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