El último minero atrapado en la mina de carbón en Turquía donde se produjo una explosión fue hallado muerto, elevando así a 41 el número de víctimas mortales, anunció este sábado el presidente de ese país, Recep Tayyip Erdogan, presente en el lugar.
“Nuestra prioridad era encontrar a los mineros en la galería. Hemos llegado finalmente al último. También estaba muerto, lo que eleva el número de decesos a 41″, declaró el jefe de Estado, lo que pone fin a las operaciones de rescate 20 horas después de la explosión registrada en la mina de Amasra, en el noroeste de Turquía.
“No sabemos nada. Hubo polvo y humo, no pudimos ver qué pasó. Yo salí por mis propios medios. Los que estábamos algo alejados solo sentimos la presión de la explosión, pero no pudimos ver nada”, indicó a NTV un minero, al salir del pozo.
Por su parte, el dirigente sindical Hakan Yesil indicó a la prensa que 12 ya han salido o han sido rescatados.
Las imágenes de televisión mostraron a cientos de personas -algunas con lágrimas en los ojos- congregadas alrededor de un edificio blanco dañado cerca de la entrada del pozo en la ciudad de Amasra, en el Mar Negro.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, envió inmediatamente a sus ministros de Interior y Energía al lugar de los hechos para supervisar las labores de rescate.
El sindicato turco de trabajadores mineros Maden Is atribuyó la explosión a una acumulación de gas metano, pero otros funcionarios dijeron que era prematuro sacar conclusiones sobre la causa del accidente.
Por su parte, la Autoridad de Gestión de Desastres de Turquía (AFAD) dijo que la explosión fue causada por un transformador en la mina propiedad de la empresa estatal Turkish Hard Coal Enterprises.
La Fiscalía General de Bartín ha puesto en marcha una investigación sobre lo ocurrido, asignando el caso a tres fiscales.
Turquía sufre con cierta frecuencia graves accidentes en las minas de carbón y lignito, que los sindicatos achacan a las escasas medidas de seguridad en un sector escasamente regulado y controlado.
El mayor desastre tuvo lugar en mayo de 2014 en una mina de Soma, en la provincia occidental de Manisa, cuando murieron 301 mineros por un incendio causado por una explosión eléctrica en un pozo.
(Con información de AFP, EFE, EP y Reuters)
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