Tras casi un mes de protestas en Irán por la muerte de Mahsa Amini después de ser detenida por llevar mal el velo comienzan a surgir las primeras voces dentro del sistema que cuestionan a la Policía de la moral o la respuesta estatal a las movilizaciones.
Irán vive protestas desde la muerte el 16 de septiembre de Amini, tras ser detenida tres días antes por la Policía de la moral por llevar mal el velo, que están siendo duramente reprimidas por la fuerzas de seguridad.
Ali Larijani, ex presidente del Parlamento y ex oficial de la Guardia Revolucionaria, ha sido de las primeras figuras en romper con la línea oficial, que culpa a “enemigos exteriores” de las protestas.
“Aprecio los servicios de la Policía y los basiji (milicia paramilitar), pero el trabajo de alentar el uso del velo no debe ser asignado a ellos”, dijo el veterano político al diario conservador Ettela at.
El político conservador con un curriculum revolucionario impecable afirmó que los fenómenos culturales amplios no se solucionan “con respuestas rígidas”, en referencia a los jóvenes que no quieren usar el velo, entre otras libertades. “El velo tiene una solución cultural, no necesita decretos o referéndums”, aseguró, a lo que añadió que “la sociedad (iraní) necesita más tolerancia”.
“El Gobierno islámico significa que las personas gestionan sus propios asuntos”, dijo.
Larijani ha ocupado en las últimas décadas puestos claves en el sistema político iraní. Fue secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional, entre otros cargos, aunque no se le permitió presentarse a las elecciones de 2021.
Se trata de una de las primeras figuras políticas importantes que se ha salido de la línea oficial del líder supremo de Irán, Ali Khamenei, quien ha acusado a Estados Unidos e Israel de los “pequeños disturbios”.
Hace unos días, el jefe del Poder judicial, Gholamhosein Mohseni Ejei, dijo: “Estamos listos para escuchar sugerencias y no tenemos problemas en corregir cualquier error”.
Añadió que todos los sistemas políticos tienen “debilidades y fallos”, pero a continuación señaló a Estados Unidos como instigador de las movilizaciones.
Otros sectores no estatales también han mostrado su apoyo a los jóvenes que protestan al grito de “mujer, vida libertad”.
Un grupo de abogados se manifestó el miércoles en Teherán para protestar por lo que consideran violaciones de los derechos de los ciudadanos y letrados, una movilización que fue disuelta con gases lacrimógenos y en la que fueron arrestados tres letrados.
Por su parte, la principal asociación de médicos del país publicó un comunicado firmado por 800 sanitarios en el que afirman que “el pueblo es el verdadero dueño del país y apoyamos sus demandas”.
Y un grupo de cineastas se ha retirado de un festival de cine de Teherán en apoyo a los manifestantes.
Todo esto contrasta con la posición de Khamenei, que ayer volvió a acusar al “enemigo” de las protestas. “La única solución es permanecer firmes”, aseguró el líder religioso.
Mientras tanto continúan las movilizaciones en el país en protesta por la muerte de Amini en medio de una fuerte represión estatal con miles de detenidos y al menos 108 muertos, según una ONG noruega.
Teherán fue ayer escenario de protestas en diversos puntos, pero sin llegar a ser masivas, al igual que en varias ciudades del país.
Esas protestas se produjeron a pesar de los cortes del internet móvil desde la mañana y la presencia de numerosos efectivos antidisturbios en las calles.
(Con información de EFE)
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