La policía ucraniana informó este domingo de la exhumación de los veinte primeros cuerpos hallados en una fosa común tras la ocupación rusa en Lyman, en la región de Donetsk, entre los que también hay niños.
“Los civiles fueron enterrados en tumbas individuales y los militares en una trinchera de 40 metros de largo”, dijo el jefe de la policía ucraniana, Ihor Klymenko, quien se remitió a un testigo.
Según esa fuente, se enterró allí “a unos veinte defensores ucranianos según las instrucciones de los invasores rusos”. Agregó que “entre los muertos hay una familia entera con dos niños pequeños”.
Algunas tumbas tienen placas con los datos de los fallecidos, otras no tienen nombre. Aún así, en todos los casos. la policía toma muestras biológicas para identificar a los muertos y establecer la causa de la muerte.
“En los primeros días, se han levantado veinte cadáveres de civiles y militares de las fuerzas armadas ucranianas”, agrega el informe.
Los procedimientos de exhumación se están llevando a cabo en dos lugares: en uno de ellos fueron enterrados unos 200 civiles y el otro es una fosa común de soldados ucranianos.
Las fuerzas del orden fueron informadas por parte de los residentes de la existencia en Lyman de estos lugares de entierro masivo.
Según los datos de la policía, desde el 29 de septiembre han sido hallados un total de 87 cuerpos sin vida en las zonas liberadas de la región de Donetsk, de los cuales 38 ya han sido identificados.
Según las estimaciones preliminares, la mayoría de las víctimas murieron por heridas de metralla.
Pocos de los edificios de la ciudad han sobrevivido sin daños, y la mayoría de las casas carecen de servicios básicos. Las paredes de la ciudad tienen grafitis que recuerdan los cuatro meses de ocupación por parte de las tropas rusas, con palabras como “Rusia”, “URSS” y “Mundo ruso” garabateadas en superficies acribilladas.
Mark Tkachenko, inspector de comunicaciones de la policía del distrito de Kramatorsk, en la región de Donetsk, dijo el viernes que las autoridades siguen buscando los cuerpos de los civiles en medio de la destrucción y tratando de determinar las causas de la muerte.
“Mirarán cuándo murió la gente y cómo murió. Si fue en el período en que la ciudad estaba ocupada y tienen heridas de rifles Kalashnikov, entonces por supuesto, es un crimen de guerra”, dijo Tkachenko a The Associated Press.
Aunque todavía no está claro cuántos murieron en la ciudad desde que fue invadida por las fuerzas rusas en mayo, dijo, Lyman se ha convertido hoy en una “crisis humanitaria” que podría deparar más descubrimientos sombríos.
“Algunas personas murieron en sus casas, otras en las calles, y los cuerpos están siendo enviados a los expertos para su examen”, dijo. “Por ahora estamos buscando fosas, y probablemente haya fosas comunes”.
(Con información de EFE y AP)
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