Estados Unidos impuso sanciones económicas a siete altos funcionarios iraníes el jueves por su papel en la represión violenta de los manifestantes después de la muerte de Mahsa Amini tras su arresto por llevar el hiyab de forma inadecuada.
Las sanciones se dirigieron al ministro del Interior, Ahmad Vahidi, al ministro de Telecomunicaciones, Issa Zarepour, y a cinco altos funcionarios de seguridad “por el cierre del acceso a Internet de Irán y la continua violencia contra los manifestantes pacíficos”, informó el Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
En concreto, la oficina de control de activos extranjeros del Departamento del Tesoro estadounidense incluirá a estas personas en su lista de entidades por “cortar el acceso a Internet y por la continua violencia contra manifestantes pacíficos”, detalló el Tesoro este jueves en un comunicado.
El anuncio se produce después de que la misma oficina sancionara el pasado 22 de septiembre a varios altos cargos de la Policía de la Moral iraní.
La Casa Blanca lleva días avisando de que Estados Unidos continuaría con las sanciones mientras no acabara la represión de las protestas, que estallaron a raíz de la muerte bajo custodia policial de Masha Amini, de 22 años, después de ser detenida por la Policía de la Moral por llevar mal el velo.
“Estados Unidos condena la supresión violenta y continuada de las protestas a raíz de la muerte” de Amini, dijo el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, en un comunicado con motivo del anuncio de las sanciones.
El pasado 23 de septiembre, Washington autorizó a las empresas tecnológicas a ampliar sus servicios en Irán, en respuesta a los cortes de Internet ordenados por Teherán para tratar de desbaratar las manifestaciones.
En concreto, el Departamento del Tesoro, que mantiene fuertes sanciones al país, emitió una licencia general con la que “las empresas tecnológicas podrán brindar más servicios digitales a los iraníes, desde acceso a la nube hasta herramientas para mejorar su seguridad y privacidad en línea”.
Por otra parte, al menos 82 personas han muerto desde el 30 de septiembre por la represión de las protestas en la ciudad de Zahedán, en el sureste de Irán, informó este jueves Amnistía Internacional.
“Las fuerzas de seguridad iraníes mataron ilegalmente al menos a 66 personas, incluidos niños, e hirieron a cientos más después de abrir fuego” contra manifestantes, transeúntes y fieles, tras la oración del viernes el 30 de septiembre, según esta ONG.
“Desde entonces, otras 16 personas han muerto en incidentes separados en Zahedán como parte de la actual represión de estas protestas”, agrega Amnistía.
Amnistía afirma que las fuerzas de seguridad dispararon “munición real y gas lacrimógeno” contra manifestantes congregados ante una comisaría de policía, el 30 de septiembre en Zahedan
“Las pruebas reunidas por Amnistía Internacional muestran que la mayoría de las víctimas resultaron alcanzadas por balas en la cabeza, el corazón, el cuello y el torso, revelando una intención clara de matar o de herir de gravedad”, afirma la ONG, que precisa que los disparos procedieron de la “azotea” de la comisaría.
Las fuerzas de seguridad iraníes dispararon contra los manifestantes y mataron a decenas de personas la semana pasada en Zahedán, ciudad de la provincia de Sistán Baluchistán, en el sudeste de Irán, en momentos en que el país está siendo sacudido por una ola de protestas, acusan varias ONG.
(Con información de EFE y AFP)
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