Contraofensiva ucraniana: la hipótesis sobre cómo actuará un Vladimir Putin acorralado

En las últimas semanas, el líder del Kremlin se ha visto forzado a tomar decisiones desesperadas, que incluso han sido ridiculizadas por parte de su vínculo más cercano

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El presidente ruso, Vladímir Putin
El presidente ruso, Vladímir Putin

Es un hecho que en las últimas semanas el presidente ruso, Vladimir Putin, se ha visto acorralado por la contraofensiva de las fuerzas ucranianas, en una guerra que en principió pensó que era fácil ganar, pero que con el pasar de los meses ha tenido que conformarse con jugadas desesperadas como los fraudulentos referéndums para anexarse territorios ileglamente y tener algún premio de consolación, aunque sea de manera tramposa.

El ejército ucraniano comandado por el presidente Volodomir Zelensky ha logrado avances significativos en el este y el sur del país, liberando territorios que se encontraban ocupados por los invasores rusos y que Putin anunció anexárselos a pesar de que pierde presencia y fuerza en esas regiones.

En este sentido, vale la pena preguntarse: ¿Qué pasaría si Putin decidiera asumir sus pérdidas y ponerle fin a la guerra?.

El ex embajador de Estados Unidos en Rusia durante los años 2012 a 2014, Michael McFaul, quién además conoce muy bien a Putin, habló con el medio estadounidense NPR, y aseguró que es muy difícil que el mandatario ruso “acepte una derrota”.

“Él doblará la apuesta, luchará hasta el final, incluso podría usar armas nucleares”, vaticinó, McFaul.

Sin embargo, a pesar de esta poco esperanzadora declaración, el ex embajador cree que poner fin a la guerra cuanto antes, podría ser el movimiento estratégicamente más favorable para Putin.

El ex embajador de Estados Unidos en Rusia, Michael McFaul
El ex embajador de Estados Unidos en Rusia, Michael McFaul

“Trágicamente, y cuando digo esto quiero enfatizar en esa palabra ´trágicamente´, si él dijera: ‘Está bien, terminé. Déjenme tener el Donbas y Crimea´, los lugares que básicamente estaba controlando antes de que invadiera nuevamente en febrero. Creo que habrá muchos líderes en todo el mundo que podrían apoyarlo”, aseguró McFaul.

El diplomáctico estadounidense cree que la decisión de retirarse de Ucrania también sería bien recibida por los ciudadanos rusos.

A pesar de que, si bien es cierto que hay una parte significativa de la población rusa que apoya la guerra, la gran mayoría de los rusos son ambivalentes con respecto a los objetivos de Putin.

Creo que la gran mayoría de la gente en Rusia es apolítica, no les importa esta guerra”, dijo McFaul. “El argumento a favor no es convincente para ellos. Entonces, para que él diga: ‘Misión completada, no necesitamos que sus hijos mueran en esta guerra’, mi predicción es que la gran mayoría lo respaldaría”, aseguró McFaul.

DIVISIONES EN EL ENTORNO DE PUTIN

En las últimas semanas se han dado a conocer de manera pública la diferencias que tienen alguno aliados del líder ruso con las deciones que ha tomando tanto él como sus altos mandos militares en la guerra, especialmente después de la contaofensiva ucraniana que le ha propinado una evidente derrota al Kremlin.

“Estás viendo señales, son señales pequeñas, no debemos exagerarlas, pero me sorprende lo mucho que ha sucedido en las últimas 48 horas”, dijo McFaul el pasado lunes.

El líder checheno Ramzan Kadyrov y el oligarca Yevgeny Prigozhin ridiculizaron la maquinaria bélica rusa en público, algo que que socava la narrativa cuidadosamente controlada del Kremlin.

El líder checheno Ramzan Kadyrov
El líder checheno Ramzan Kadyrov

Kadyrov, cercano a Putin desde que su padre y ex presidente de Chechenia, Akhmad, muriera en un atentado bomba en 2004 en Grozny, sugirió que Rusia debería considerar el uso de una pequeña arma nuclear táctica en Ucrania como respuesta a dicha pérdida.

La advertencia nuclear acaparó titulares, pero su desprecio público a los altos generales rusos puede haber sido igual de significativo en una Rusia en la que las críticas públicas al esfuerzo bélico desde las altas esferas de la élite han sido un tabú.

“El nepotismo en el ejército no conducirá a nada bueno”, dijo Kadyrov, añadiendo que el comandante de las fuerzas rusas en la zona debería ser despojado de sus medallas y enviado al frente con una pistola para lavar su vergüenza con sangre.

Este desprecio público por los generales que dirigen la guerra de Rusia es significativo porque indica el nivel de frustración dentro de la élite de Putin sobre la dirección de la guerra, a la vez que perfora la narrativa cuidadosamente controlada del Kremlin.

“Si fuera por mí, habría degradado a [el general] Lapin a soldado raso, lo habría despojado de sus premios, le habría dado un rifle de asalto y lo habría enviado al frente para lavar su vergüenza con sangre”, escribió Kadyrov.

Prigozhin por su parte, líder de la organización paramilitar privada Wagner Group, expresó su apoyo al sentimiento de Kadyrov.

Yevgeny Prigozhin, líder de la organización paramilitar privada Wagner Group
Yevgeny Prigozhin, líder de la organización paramilitar privada Wagner Group

“La declaración expresiva de Kadyrov, no está del todo dentro de mi estilo. Pero puedo decirle, Ramzan, eres una estrella, ¡dilo como es!” dijo Prigozhin en un comunicado de prensa.

Pese a que ni Kadyrov, ni Prigozhin, han llegado tan lejos como para criticar directamente a Putin, el hecho de que se quejen públicamente sobre el desempeño militar de Rusia es un contraste marcado con respecto al tono que manejaban las élites rusas a principios de la guerra.

“No estaban hablando de esa manera en febrero”, dijo McFaul. “Si eso es lo que se dice en público, solo puedo imaginar lo que las élites dicen en privado hoy en Moscú”.

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