Un ataque ruso en la ciudad ucraniana de Zaporizhzhia dejó al menos 25 muertos y decenas heridos, aseguró un funcionario ucraniano apenas horas antes de que Moscú planeara anexarse más territorio de Ucrania en una escalada al conflicto de siete meses.
El gobernador regional de Zaporizhzhia, Oleksandr Starukh realizó el anuncio en un comunicado publicado en internet. Señaló que había al menos 50 heridos después de que las fuerzas rusas atacaron una caravana humanitaria que se dirigía a territorio bajo ocupación de Rusia.
El ataque se produce en momentos en que Moscú se alista a anexar cuatro regiones a Rusia después de un referendo que ha sido criticado por la comunidad internacional como parte de su invasión en Ucrania. Dichas regiones incluyen áreas cercanas a Zaporizhzhia, pero no la ciudad, que continúa bajo control de Ucrania.
Starukh dijo que las personas que se trasladaban en el convoy planeaban viajar a territorio ocupado por Rusia para recoger familiares y ponerlos a salvo. Añadió que ya hay equipos de rescate en el lugar del ataque.
La anexión, y los conciertos y festivales de celebración planeados en Moscú y territorios ocupados, ocurrirían apenas días después de que los votantes supuestamente aprobaron referendos gestionados por Rusia y que autoridades ucranianas y de Occidente han calificado de ilegales, forzados y amañados.
El portavoz del Kremlin Dmitry Peskov dijo a la prensa que cuatro regiones de Ucrania: Luhansk, Donetsk, Kherson y Zaporizhzhia, se sumarían a Rusia durante una ceremonia a la que asistirá el presidente Vladimir Putin, quien se espera que pronuncie un importante discurso. Peskov dijo que los administradores prorrusos de las regiones firmarían tratados para sumarse a Rusia en la Sala de San Jorge del Kremlin.
En aparente respuesta, el presidente ucraniano Volodimir Zelensky convocó una reunión de emergencia para este viernes con su Consejo de Seguridad Nacional y Defensa.
Zelensky también intentó capitalizar un movimiento antiguerra en Rusia al difundir un video especial dirigido a las minorías étnicas en Rusia, en especial en Daguestán, una de las regiones más pobres del país en el Cáucaso Norte.
“No tienen que morir en Ucrania”, dijo mientras vestía una sudadera negra con la leyenda en inglés “Soy Ucraniano” y frente a una placa en Kiev en memoria de lo que describió como un héroe daguestaní. Hizo un llamado a las minorías étnicas a oponerse a la movilización.
Estados Unidos y sus aliados han prometido adoptar sanciones más estrictas a las ya implementadas contra Rusia y ofrecer millones de dólares adicionales en apoyo a Ucrania a medida que el Kremlin duplica lo hecho en 2014, cuando se anexó la península de Crimea de Ucrania.
La mañana de este viernes, Putin emitió decretos en los que reconoce la independencia de las regiones de Kherson y Zaporizhzhia, medidas que había tomado en febrero con Luhansk y Donetsk y anteriormente con Crimea.
Ucrania ha repetido su promesa de recapturar las cuatro regiones y Crimea. Por su parte, Rusia se comprometió a defender todo su territorio, incluyendo las cuatro regiones anexadas, por todos los medios disponibles, incluyendo el uso de armas nucleares.
Las tensiones se han intensificado debido a la movilización militar parcial de Rusia y las acusaciones de sabotaje de dos gasoductos rusos en el lecho del mar Báltico que distribuyen gas natural a Europa. A las preocupaciones del Kremlin se suma el éxito de Ucrania para recapturar parte del territorio que Rusia se está anexando y los problemas con la movilización que Putin reconoció el jueves.
Los aliados occidentales de Ucrania han descrito los referendos sobre vivir bajo el gobierno ruso como un despojo descarado de tierras basado en mentiras. Afirman que algunas personas fueron obligadas a punta de pistola a participar en una elección realizada sin observadores independientes en un territorio en el que miles de residentes han huido o fueron deportados en contra de su voluntad.
El secretario general de Naciones Unidas António Guterres dijo el jueves en Nueva York que la anexión rusa violaría la Carta de las Naciones Unidas y “carece de valor legal”. Se refirió a la medida como una “peligrosa escalada” y añadió que “no debe ser aceptada”.
(Con información de Associated Press)
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