La vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, llegó el jueves a Corea del Sur para fortalecer la alianza de Washington con Seúl, un día después de que Corea del Norte realizó una nueva prueba de misil balístico, y reafirmó el compromiso de Washington de mantener la llamada “disuasión ampliada” para defender a Seúl ante los avances armamentísticos norcoreanos.
Harris llegó a la base aérea de Osan tras una visita a Tokio para participar en el funeral de estado del asesinado ex primer ministro japonés Shinzo Abe, y se reunió con el presidente surcoreano Yoon Suk-yeol.
“Estoy aquí para reforzar el poderío de nuestra alianza y fortalecer nuestro trabajo conjunto”, dijo Harris.
“La alianza entre la República de Corea y Estados Unidos está evolucionando más allá de la península de Corea hacia una alianza global y se está expandiendo desde una alianza militar hasta una económica y tecnológica”, afirmó por su parte Yoon.
Según un comunicado, Yoon y Harris “condenaron la retórica nuclear provocativa y los lanzamientos de misiles balísticos de la República Popular Democrática de Corea (nombre oficial de Corea del Norte), que son una violación de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, y trataron nuestra respuesta a futuras provocaciones potenciales, incluyendo a través de la cooperación trilateral con Japón”.
Este viernes el portaaviones estadounidense USS Ronald Reagan realizará maniobras conjuntas con las fuerzas navales surcoreana y japonesa en el mar de Japón (llamado mar del Este en las dos Coreas).
Kamala Harris visitará la fortificada Zona Desmilitarizada (DMZ) que divide el Norte y el Sur de Corea, algo que podría irritar a Pyongyang.
Corea del Norte denunció a la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, como el “peor destructor de la paz internacional” cuando visitó la DMZ en agosto.
Pyongyang realizó esta semana dos pruebas de misiles balísticos antes de la llegada de Harris, una el domingo y la otra el miércoles, como parte de una serie récord de ensayos bélicos en lo que va de este año.
Hablando en un destructor estadounidense en una base naval antes de salir de Japón, Harris acusó al Norte de amenazar la estabilidad regional con sus ensayos de misiles, y denunció su “programa ilícito de armas”.
Autoridades surcoreanas y estadounidenses han advertido que el dictador norcoreano, Kim Jong-un, se prepara para efectuar una nueva prueba nuclear, y según la agencia de espionaje del Sur podría darse en noviembre, después del Congreso del Partido Comunista de China de octubre.
Se espera que durante su visita a la DMZ, Harris se reúna con miembros de las fuerzas estadounidenses en Corea (USFK) y asista a una sesión informativa con altos cargos militares de ese país sobre sus operaciones en esa zona junto a las tropas surcoreanas y al contingente multinacional de la ONU.
La visita de Harris a la DMZ “pondrá de manifiesto el compromiso de Estados Unidos de respaldar (a Corea del Sur) frente a cualquier amenaza planteada por” Corea del Norte, agregó el funcionario estadounidense.
Harris “reflexionará sobre el sacrificio compartido” por soldados estadounidenses y coreanos muertos en la Guerra de Corea, que concluyó con un alto al fuego que dividió la península en 1953, agregó el funcionario.
(Con información de AFP y EFE)
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