Los laboristas británicos gozan de una ventaja de 17 puntos sobre el gobernante Partido Conservador, la mayor diferencia que les otorga una encuesta en más de dos décadas, según un sondeo de la casa YouGov para el diario The Times.
El Partido Laborista no contaba con un apoyo de niveles semejantes desde la arrolladora victoria de Tony Blair en las elecciones de 2001.
La intención de voto laborista del 45%, frente al 28% conservador, llega tras el anuncio el pasado viernes de una bajada masiva de impuestos por parte del Gobierno de la primera ministra, Liz Truss, y su ministro de Economía, Kwasi Kwarteng.
El plan contiene medidas como rebajar cinco puntos (del 45% al 40%) el tramo del impuesto sobre la renta para aquellos con mayores ingresos, lo que se enfrenta al rechazo del 72% de los encuestados, incluidos un 69% de quienes dijeron haber votado por los conservadores en las últimas elecciones.
Otra de sus iniciativas estrella, la eliminación del tope al bonus que los banqueros pueden cobrar de sus empresas, también es rechazada por el 71% de los ciudadanos.
El sondeo de YouGov, realizado durante el pasado fin de semana, evidencia que el apoyo a los conservadores ha caído en cuatro puntos tras la presentación de la reforma fiscal, mientras que los laboristas han subido cinco puntos.
Las medidas han sido recibidas con enorme rechazo en la ciudadanía: el 57% considera que “no son justas” (por 19% que sí); el 60% cree que el país no se las puede permitir (frente a 12%); y el 53% piensa que no mejorarán la economía (contra un 15%).
El programa de recorte de impuestos, valorado en 45.000 millones de libras (48.500 millones de dólares), el mayor acometido por el Gobierno británico en 50 años, ha puesto en órbita las aspiraciones de los laboristas justo en el momento en que estos celebran su congreso anual en Liverpool.
Está previsto que el líder laborista, Keir Starmer, ataque hoy en su discurso ante la militancia las medidas adoptadas por Truss y se posicione como una alternativa fiable de cara a las próximas elecciones.
Mientras, las dudas crecen en el seno de los conservadores, cuyo sector moderado ha recibido con escaso entusiasmo el programa fiscal.
Según sintetiza hoy una fuente “tory” en declaraciones a The Times: “Si tu plan es impopular en los mercados pero popular en los votantes, estás en buena posición. Pero si te gastas todo ese dinero y es impopular para todos, eso es muy peligroso”.
(Con información de EFE)
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