Europa investiga las fugas en dos gasoductos rusos que agitaban este martes el mar Báltico, y que suscitan preocupación desde Copenhague hasta Moscú por un posible sabotaje a las infraestructuras en el centro del conflicto energético.
Sin embargo, no hay pistas claras sobre quién podría estar detrás de cualquier complot, si se demuestra, contra los gasoductos Nord Stream, que les costaron a Rusia y a sus socios europeos miles de millones de dólares.
Los gasoductos han sido el punto álgido de una creciente guerra energética entre las capitales europeas y Moscú, que ha golpeado a las principales economías occidentales, disparando los precios del gas y provocando la búsqueda de suministros energéticos alternativos.
Versiones de las partes
El primer ministro polaco atribuyó las filtraciones a un sabotaje, sin ofrecer pruebas. “Hoy nos hemos enfrentado a un acto de sabotaje, no conocemos todos los detalles de lo sucedido, pero vemos claramente que se trata de un acto de sabotaje, relacionado con el siguiente paso de la escalada de la situación en Ucrania”, dijo el premier Mateusz Morawiecki, en la inauguración de un nuevo gasoducto entre Noruega y Polonia.
Por su parte, el jefe del Gobierno danés dijo que no se podía descartar.
Rusia, que redujo las entregas de gas a Europa tras las sanciones impuestas por Occidente por la invasión de Ucrania por parte de Moscú, dijo que el sabotaje era una posibilidad y que el incidente socavaba la seguridad energética del continente.
Un alto funcionario ucraniano lo calificó de ataque ruso para desestabilizar a Europa, sin aportar pruebas. “No son otra cosa que un ataque terrorista planificado por Rusia y un acto de agresión contra la UE”, afirmó en Twitter el consejero presidencial ucraniano Mijailo Podoliak, quien también acusó a Rusia de buscar “provocar un pánico antes del invierno”.
Las autoridades alemanas no comentaron los hechos por ahora. Pero según una fuente cercana al gobierno citada por el diario alemán Taggesspiegel “todo habla en contra de una coincidencia”. La fuente agregó: “No nos podemos imaginar un escenario que no sea un ataque dirigido”.
“Hay algunos indicios de que se trata de un daño deliberado”, dijo una fuente de seguridad europea, pero añadió que aún era demasiado pronto para sacar conclusiones. “Hay que preguntarse: ¿quién se beneficiaría?”.
En ese sentido, por un lado podría ser obra de fuerzas ucranianas o fuerzas relacionadas con Ucrania o bien podría tratarse de una operación de “falsa bandera” por parte de Rusia para generar más incertidumbre y posiblemente hacer subir de nuevo el precio del gas, señala la publicación.
Advertencias
La Autoridad Marítima de Suecia emitió una advertencia sobre dos fugas en el gasoducto Nord Stream 1 el día después de que se descubrió una en el cercano gasoducto Nord Stream 2, lo que llevó a Dinamarca a restringir la navegación e imponer una pequeña zona de exclusión aérea.
Las fuerzas armadas de Dinamarca publicaron un vídeo en el que se veían burbujas que subían a la superficie del mar. La mayor fuga de gas había causado una perturbación en la superficie de más de 1 kilómetro de diámetro, dijeron.
Dinamarca puso inmediatamente en alerta todas sus infraestructuras energéticas y desplegó dos embarcaciones en la zona, acompañadas de helicópteros y Suecia convocó una reunión de emergencia.
“Las fugas de gasoductos son extremadamente raras y por ello vemos una razón de aumentar el nivel de vigilancia tras estos incidentes a los que hemos asistido en las últimas 24 horas”, explicó en un comunicado el director de la Agencia Danesa de la Energía, Kristoffer Böttzauw.
Potentes explosiones
Los sismólogos de Dinamarca y Suecia registraron el lunes potentes explosiones en las zonas de las fugas, según el Centro Nacional de Sismología de Suecia a la cadena pública SVT.
La Red Nacional Sísmica de Suecia registró “dos liberaciones masivas de energía” poco antes y cerca del lugar de las filtraciones de gas en las costas de la isla danesa de Bornholm, indicó a la AFP Peter Schmidt, un sismólogo de la red nacional.
“Nosotros lo interpretamos como proveniente, con una probabilidad muy grande, de algún tipo de detonación”, indicó Schmidt, que explicó que esas liberaciones de energía fueron “muy repentinas”.
“La primera ocurrió a las 2H03 am (00H03 GMT) justo al sureste de Bornholm, con una magnitud de 1,9. Luego observamos otra a las 7H04 pm el lunes por la noche, otro incidente un poco más al norte que parece haber sido algo más potente. Calculamos una magnitud de 2,3″, indicó el sismólogo.
La red sísmica noruega (NORSAR) confirmó también haber registrado “una explosión más pequeña” las primera horas del lunes, “seguida de otra más potente la tarde del lunes”.
Además, el centro de investigación geológica alemán GFZ también dijo que un sismógrafo en la isla danesa de Bornholm había detectado dos picos el lunes.
Nuevos riesgos
Las fugas eran muy grandes y podría pasar una semana hasta que el gas deje de salir del gasoducto Nord Stream 2, dijo el director de la Agencia de la Energía de Dinamarca, Kristoffer Bottzauw.
“La superficie del mar está llena de metano, lo que significa que hay un mayor riesgo de explosiones en la zona”, dijo Bottzauw.
La primera ministra danesa, Mette Frederiksen, dijo que no se podía descartar un sabotaje. “Estamos hablando de tres fugas próximas entre ellas, y por eso es difícil imaginar que sea una coincidencia”, dijo.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, lo calificó de “noticia muy preocupante” y dijo que afectaba a la seguridad energética del continente.
Ninguno de los dos gasoductos estaba bombeando gas a Europa en el momento en que se detectaron las fugas, en un contexto de disputa por la guerra en Ucrania, pero los incidentes echan por tierra cualquier expectativa que haya quedado de que Europa pueda recibir gas a través de Nord Stream 1 antes del invierno
El operador Nord Stream dijo que los daños eran “sin precedentes”. Ambos gasoductos contenían gas aunque no estaban en funcionamiento.
Gazprom, la empresa controlada por el Kremlin que tiene el monopolio de las exportaciones de gas ruso por gasoducto, no quiso hacer comentarios
Rusia redujo el suministro de gas a Europa a través de Nord Stream 1 antes de suspender totalmente los flujos en agosto, culpando a las sanciones occidentales de causar dificultades técnicas. Los políticos europeos dicen que eso fue un pretexto para dejar de suministrar gas.
El nuevo gasoducto Nord Stream 2 aún no había entrado en funcionamiento comercial. El plan de utilizarlo para suministrar gas fue desechado por Alemania días antes de que Rusia enviara tropas a Ucrania en febrero, en lo que Moscú llama una “operación militar especial”.
“Las múltiples fugas submarinas significan que ninguno de los dos gasoductos suministrará probablemente gas a la UE durante el próximo invierno, independientemente de los acontecimientos políticos en la guerra de Ucrania”, escribió Eurasia Group.
(Con información de Reuters y AFP)
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