La líder del ultraderechista Hermanos de Italia (FdI), Giorgia Meloni, afirmó hoy que la derecha gobernará “para unir a todos los italianos” después de que su partido fuera en el más votado del país en las elecciones generales, por lo que seguramente se convertirá en las primera mujer que gobernará Italia.
En su aparición esta madrugada en un hotel en las afueras de Roma, Meloni hizo un discurso muy medido y sin tonos triunfalistas, en el que aseguró que la coalición de derechas, con Liga de Matteo Salvini y Forza Italia de Silvio Berlusconi, gobernará “para que los italianos puedan estar orgullosos de ser italianos”.
”Si gobernaremos esta nación lo haremos por todos los italianos” para “exaltar lo que une y no lo que divide, porque nuestro objetivo es que los italianos pudieran estar orgullosos de serlo”, dijo en sus primeras declaraciones tras su triunfo en las elecciones celebradas este domingo.
“Los italianos han dado desde las urnas una indicación clara, y la indicación es por un Gobierno de centro derecha con la guía de Hermanos de italia”, dijo Meloni, que dejó para más adelante un análisis de los resultados. “Cuando pase esta noche tendremos que recordarnos que no somos un punto de llegada sino de partida”, ha dicho la líder de Hermanos de Italia. “Este es el tiempo de la responsabilidad, en el que se puede formar parte de la historia. Italia nos ha elegido y no la traicionaremos”.
La extrema derecha conquistó este domingo la tercera economía de la Unión Europea, con la histórica victoria del partido de Giorgia Meloni en las elecciones legislativas de Italia, país que por primera vez desde 1945 está a punto de ser gobernado por un líder posfascista.
Por primera vez en la historia desde la Segunda Guerra Mundial una formación neofascista va a gobernar Italia gracias a que se presentó con una coalición de derechas -Hermanos de Italia, la Liga y Forza Italia- - que obtendría en total entre el 36,5% y el 46,5% de los votos.
Meloni señaló que es “tiempo de que los italianos tengan nuevamente un Gobierno que sale de una indicación en las urnas y es algo con lo que todos tienen hacer cuentas”.
Lamentó que haya sido una campaña electoral “agresiva y violenta” y aseguró que “Italia y la Unión Europea necesitan la contribución de todos ante la situación compleja en la que nos encontramos”. También manifestó su pesar por los datos de la abstención, que fueron del 36 %, y aseguró que su objetivo será “reconstruir la relación entre el Estado y los ciudadanos”.
En un pasaje de su discurso más sentimental afirmo: “Para nosotros es una noche de orgullo, de rescate y de lágrimas y abrazos, sueños y recuerdos, y es una victoria para los que ya no están”.
El vertiginoso ascenso de Meloni se debe en buena parte a que fue la única que se opuso por 18 meses al gobierno saliente del economista Mario Draghi, lo que le ha favorecido para recoger el descontento de los italianos ante la inflación, la guerra y las restricciones por la pandemia.
La formación fundada a finales de 2012 con ex simpatizantes de Berlusconi y figuras de la derecha neofascista superó al Partido Democrático (PD) de Enrico Letta, que pactó solo una alianza con un pequeño sector de la izquierda ecologista.
La líder postfascista, de 45 años, admiradora durante su juventud de Benito Mussolini, conocida por su lenguaje directo y eficaz desde sus años de líder estudiantil en Roma, podría convertirse también en la primera mujer que llega a la jefatura de gobierno en Italia.
Junto con sus aliados promete recortes de impuestos, el bloqueo de los inmigrantes que cruzan el Mediterráneo, así como una ambiciosa política familiar para impulsar la tasa de natalidad de uno de los países con más ancianos en el mundo.
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