Ante la imposibilidad de poder controlar las protestas en varias ciudades de Irán por la muerte de la joven Mahsa Amini, el régimen persa comenzó a implementar el uso de armas de fuego para repeler las manifestaciones.
Así quedó evidenciado en un video en el que se puede apreciar a un oficial de los cuerpos de seguridad del régimen islamista apuntar un arma de alto calibre contra un grupo de manifestantes.
En las imágenes se puede ver a un grupo de policías armados, mientras que uno de los oficiales dispara en al menos dos oportunidades un rifle, en la dirección hacia donde se desarrollan las protestas.
La policía iraní detuvo en una sola provincia a más de 700 personas durante las manifestaciones que empezaron hace más de una semana por la muerte de la joven Mahsa Amini, asesinada por los cuerpos de seguridad estatal, por no llevar bien puesto el velo islámico.
El general Azizollah Maleki, jefe de la policía de la provincia de Guilán, anunció “la detención de 739 alborotadores, entre ellos 60 mujeres”, informó este sábado la agencia de noticias Tasnim.
Asimismo, las autoridades judiciales iraníes negaron este sábado que la ciudad de Oshnavieh haya caído en poder de los manifestantes.
“La ciudad está completamente bajo el control de las fuerzas policiales y la situación es completamente normal”, informó la agencia de noticias de Mizan, del poder judicial.
En los últimos días se han producido fuertes choques en esa urbe, con ataques incluso a “tres sedes de los basijis” (voluntarios islámicos).
“Hoy todo está tranquiilo y las escuelas han abierto en Oshnavieh”, aseguró la agencia Fars.
Sin embargo, las principales universidades de Teherán suspendieron este sábado las clases presenciales y optaron por las enseñanzas “online”, una medida que se aplicará a largo de esta semana en medio de las protestas por Mahsa Amini.
Las autoridades educativas han justificado la medida por los dos festivos de esta semana, el domingo por el aniversario del fallecimiento de Mahoma, y el martes por el del imán Reza.
Este mismo sábado comenzaba el año académico iraní y la suspensión de las clases presenciales fue anunciada ayer por la tarde en la mayoría de casos.
La semana laboral iraní comienza el sábado y finaliza el miércoles, con el jueves y el viernes como días libres.
Una persona vinculada a un centro educativo de Teherán explicó a Efe que la suspensión de las clases presenciales ha sido justificado “por comodidad”, pero explicó que en su opinión se debe a las protestas.
Las principales universidades de la capital como las de Teherán, Amir Kabir, Shahid Beheshti o Allame Tabatabaí han sido escenario de protestas durante esta semana por la muerte de Amini.
Esas protestas sucedieron cuando aún no había comenzado el año académico, pero los centros educativos estaban abiertos con cursos de verano y matriculaciones.
Irán vive protestas desde hace ocho días por la muerte de Amini, que se han extendido por todo el país provocando duros enfrentamientos con las autoridades.
El presidente de Irán, Ebrahim Raisí, afirmó este sábado que se debe “actuar de forma decisiva contra los que se oponen a la seguridad y tranquilidad del país”.
Amini fue detenida el martes de la pasada semana por la llamada Policía de la moral en Teherán, donde se encontraba de visita, y fue trasladada a una comisaría para asistir a “una hora de reeducación” por llevar mal puesto el velo.
Murió tres días más tarde en un hospital adonde llegó en coma tras sufrir un ataque al corazón, que las autoridades han atribuido a problemas de salud, algo rechazado por la familia.
Su muerte ha logrado galvanizar a miles de iraníes a través del dolor y la empatía, a diferencia de otras ocasiones en las que las manifestaciones se redujeron a fragmentados grupos sociales movilizados por la economía.
(Con información de AFP y EFE)
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