Italia cerró este viernes una inédita campaña electoral, celebrada en pleno verano boreal, durante la cual los candidatos de la ultraderecha italiana se perfilan como los triunfadores de los comicios del domingo tras desatar polémicas por Ucrania y contra la Unión Europea.
La gran favorita en todos los sondeos, Giorgia Meloni, de 45 años, concluyó con un encuentro-debate público en Nápoles, la capital de sur pobre y subdesarrollado.
“Soy una patriota”, lanzó Meloni ante cientos de simpatizantes reunidos en el paseo marítimo, reservándose los mayores ataques a la izquierda y al salario mínimo garantizado para pobres, una medida introducida por los antisistema del Movimiento 5 Estrellas, su mayor rival en esa región.
Por su parte, el anciano magnate Silvio Berlusconi, aliado de Meloni, causó revuelo al defender a Vladimir Putin, su amigo durante los años en que era primer ministro, al explicar que el presidente ruso fue “empujado” por su población y las fuerzas prorrusas del Donbas a invadir Ucrania.
El otro aliado de Meloni, el líder de la Liga, Matteo Salvini, exigió en cambio “una disculpa pública o la renuncia” de Ursula von der Leyen, la presidenta de la Comisión Europea, por sus declaraciones sobre “los instrumentos” que dispone para sancionar las posibles violaciones a los principios democráticos de la Unión Europea.
Declaraciones que subieron el tono de una campaña electoral marcada por la apatía, con pocas movilizaciones de masa y que podría registrar el récord de abstención.
La esperanza de los candidatos es la de seducir al 20-25% de los indecisos antes de que se abran las mesas de votación el domingo.
“Todo lo que ella dice, lo hace”, aseguró a la agencia AFP Leone Carmelo, cocinero de 71 años de Trento, norte, al referirse a Meloni, quien encabeza todos los sondeos.
Si bien las encuestas dan a Meloni una gran ventaja, “las cartas no están completamente echadas”, advirtió este viernes Franco Pavoncello, de la Universidad John Cabot de Roma.
Al Movimiento 5 Estrellas, al que los sondeos atribuyen un 11%, “es posible que le vaya mejor de lo esperado”, recalcó el experto.
La formación antisistema que lidera el ex primer ministro Giuseppe Conte espera frenar el auge de la derecha y complicar la victoria anunciada del bloque derechista.
Más de 50 millones de italianos han sido llamados para votar con un complejo sistema mixto electoral, entre mayoritario y proporcional, para elegir un menor número de parlamentarios: 400 diputados para la Cámara de Diputados y 200 senadores.
La controvertida ley electoral favorece a los partidos que forman alianzas, lo que amplía la ventaja del bloque derechista frente a sus rivales de centro e izquierda, que están sumamente divididos.
(Con información de AFP)
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