Rusia reconoció este miércoles que cerca de 6000 soldados han muerto desde el inicio de su ofensiva en Ucrania a finales de febrero, una cifra muy inferior a las estimaciones ucranianas y occidentales y que marca un fuerte contraste que la decisión de Putin de movilizar a 300.000 reservistas para enfrentar la exitosa contraofensiva de Kiev.
“Nuestras bajas en la operación especial ascienden a 5.937 personas”, dijo el ministro de Defensa Sergei Shoigu en una entrevista con el canal de televisión Rossiya 24. El ministro, que no informaba una cifra de bajas desde marzo, también destacó la labor de los médicos al asegurar que “más del 90 por ciento de los heridos han vuelto a sus puestos”.
La cifra de pérdidas proporcionada por el Kremlin contrasta con la facilitada por Kiev, que hoy mismo advirtió de más de 55.000 militares rusos muertos en combate. El Estado Mayor del Ejército de Ucrania dijo en su cuenta en Facebook que hasta la fecha murieron “unos 55.110″ militares rusos, incluidos 300 durante el último día, y agregó que además han sido destruidos 2.227 carros de combate, 1.340 sistemas de artillería, 168 sistemas de defensa antiaérea y 318 lanzacohetes múltiples autopropulsados y blindados.
El ministro de Defensa habló tras el discurso del presidente Vladimir Putin que decretó una movilización parcial de los reservistas.
Al respecto, Shoigu detalló que cerca de 300.000 reservistas serán llamados a filas en el marco de la “movilización parcial”.
El ministro de Defensa cifró en 25 millones los rusos con experiencia militar que puedan ser movilizados. La movilización parcial afectará un 1 % del total. Entre los movilizados habrá especialistas que trabajan en empresas estatales. El Ejército ruso cuenta con más de dos millones de hombres, la mitad de los cuales son técnicos y personal administrativo.
Rusia descartó que puedan ser movilizados los estudiantes mayores de 18 años, en alusión a universitarios y aquellos que cursen estudios de formación profesional.
“Se trata de quienes tienen una especialidad militar, una especialidad que necesiten las Fuerzas Armadas, con experiencia de combate. Y desde luego, quiero adelantarme a las preguntas, no habrá movilización de estudiantes universitarios”, dijo el titular de Defensa. Agregó que esto último se refiere también a los que cumplen actualmente su servicio militar obligatorio. ”Ellos no serán movilizados ni enviados a la zona de la operación militar especial (en Ucrania)”, aclaró Shoigú.
Según Shoigu, esta movilización parcial ha sido decretada principalmente para controlar el territorio junto a la línea del frente. ”La línea de contacto es de más de 1.000 kilómetros. Naturalmente, lo que está detrás de esa línea hay que asegurarlo, hay que controlar el territorio. Este trabajo (la movilización parcial) se hace en primer lugar para ello”, subrayó.
Rusia “no lucha tanto contra Ucrania como contra Occidente” en el país vecino, agregó Shoigu.
La embajadora estadounidense en Ucrania, Bridget Brink, consideró que la movilización constituye un “signo de debilidad” de Moscú, obligado a lidiar con una escasez de efectivos para su ofensiva en Ucrania, que esta semana entra en su octavo mes.
El Reino Unido se expresó en la misma línea: su secretario de Defensa, Ben Wallace, afirmó que la decisión de Putin muestra que su ofensiva “está fallando” y afirmó que “la comunidad internacionales está unida y Rusia se está convirtiendo en un paria global”.
Alemania dijo por su parte que la movilización corresponde un nuevo paso “grave y erróneo” de Putin.
Los reservistas podrían ser legalmente desplegados en el Donbás y los territorios ocupados en el sur de Ucrania si el Kremlin acepta su ingreso en Rusia tras los referendos de integración que esos territorios celebrarán a partir del viernes.
Además, la Cámara Baja del Parlamento ruso aprobó el martes enmiendas al código penal que endurecen hasta los 10 años las penas de cárcel para los soldados por rendición y deserción sin justificación en caso de movilización o ley marcial.
El incumplimiento de órdenes directas de un superior para participar en acciones militares o de combate también pueden ser castigadas con hasta diez años de prisión.
Los hombres movilizados podrían abandonar el servicio sólo por motivos de salud, si alcanzan la edad máxima para servir en el ejército o en caso de que un tribunal civil ordene su encarcelamiento.
Según algunos medios locales, una mayoría de rusos se opone a que el Kremlin declare la movilización general, aunque, según los sondeos oficiales, dos tercios de los habitantes de este país apoyan la campaña militar.
(Con información de EFE y Europa Press)
SEGUIR LEYENDO: