Los ocho nietos de Isabel II, entre ellos los príncipes William y Harry, velaron juntos el féretro de la difunta reina, a quien miles de británicos siguieron este sábado rindiendo un emotivo homenaje a dos días del funeral de Estado.
Los hijos del nuevo rey Carlos III y Diana, a los que se considera distanciados desde 2020, permanecieron de espaldas y con la mirada baja, junto a sus primos, alrededor del ataúd de Isabel II, como hicieran sus padres la víspera en la llamada Vigilia de los Príncipes.
El rito duró aproximadamente un cuarto de hora, y Harry y William vistieron su uniforme militar.
“Adiós, amada abuela. Fue un honor ser tus nietas y estamos muy orgullosas de ello”, escribieron en un mensaje difundido por el Palacio de Buckingham las hijas del príncipe Andrés, Beatriz y Eugenia. “Todos te echaremos mucho de menos”.
WIlliam y Harry llevaron uniformes militares negros muy similares. El del prícipe de Gales es el uniforme número 1 de la Guardia Real Montada y Primer Batallón de Dragoneros adornado con la faja de la Orden de la Jarretera, la Estrella de la Orden de la Jarretera, las medallas dorada, de diamante y de platino del Jubileo y las alas de la Real Fuerza Aérea británica.
Harry llevó también el uniforme número 1 de la Guardia Real Montada y Primer Batallón de Dragoneros, la estrella de caballero comandante de la Real Orden Victoriana, la Medalla de Servicio Operacional en Afganistán, las medallas de diamante y platino del jubileo y las alas de piloto del Ejército.
La duda era si el príncipe Harry podría utilizar uniforme militar en la vigilia, ahora que no forma parte oficialmente de la Familia Real, pero finalmente sí ha podido utilizarlo por petición expresa de su padre, el rey Carlos III. Los otros seis nietos vestían de negro riguroso similar al que ya han lucido en otros actos desde el fallecimiento de Isabel II.
Esta tradición se denomina formalmente Vigilia de los Príncipes. Se inauguró en 1936, cuando el rey Eduardo VIII y sus tres hermanos, Alberto, Enrique y Jorge, rodearon el féretro de su padre, el rey Jorge V. Desde entonces solo se ha repetido en 2002 con la reina madre.
El pasado domingo fueron los cuatro hijos de la reina los que realizaron la vigilia durante unos 15 minutos en torno al féretro en la Catedral de San Gil de Edimburgo.
La imagen de William y Harry juntos, y ambos en uniforme miliatr, alimentan las esperanzas de una reconciliación entre hermanos, que estaban distanciados desde 2020 cuando el menor abandonó la familia real junto a su esposa, la actriz estadounidense Meghan Markle, para instalarse en California. La ruptura se confirmó en 2021 tras una explosiva entrevista de Harry y Meghan en la que acusaban a la familia real de racismo.
La vigilia de hoy se suma a la aparición, el sábado pasado, de los hermanos junto a sus esposas en Windsor.
Isabel II falleció el 8 de septiembre a los 96 años en su castillo escocés de Balmoral tras siete décadas en el poder. Tras la proclamación, dos días después, de su hijo como el nuevo rey Carlos III, los homenajes a la monarca británica más longeva se suceden.
Desde el miércoles, miles de personas guardan su turno en una kilométrica fila para dar su último adiós a la única reina que la mayoría conoció hasta su muerte, en la capilla ardiente instalada en la casi milenaria sala de Westminster Hall.
“Fue muy emotivo. Era como la abuela de la nación. La echaremos de menos”, dijo a la AFP Shaun Mayo, que esperó 14 horas para despedir a la reina. Este informático inglés de 27 años es una de las 750.000 personas que se esperan que pasen por allí.
Para agradecer la paciencia de los británicos y las muestras de afecto, Carlos III y el príncipe heredero Guillermo realizaron este sábado una inesperada visita a la cola de entrada a la capilla ardiente, donde estrecharon manos y conversaron con los presentes.
“God save the King” (Viva el rey), “God bless the Prince of Wales” (Dios bendiga al príncipe de Gales), gritó la multitud en el centro de Londres, ante la presencia de las nuevas cabezas visibles de una monarquía sin la emblemática reina.
“Funeral del siglo”
El primer funeral de Estado desde el del ex primer ministro Winston Churchill, en 1965, al que acudirán decenas de dignatarios mundiales, representa un reto de seguridad “mayor que los Juegos Olímpicos de 2012″, dijo a la prensa el subcomisario adjunto Stuart Cundy.
El “funeral del siglo” comenzará el lunes a las 10H00 GMT en la Abadía de Westminster ante 2.000 invitados y se espera que sea seguido por 4.100 millones de personas en el mundo, gracias a la televisión y las redes sociales.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que ya se encuentra de camino al Reino Unido, estará presente, como su par brasileño Jair Bolsonaro o el rey de España, Felipe VI, su esposa Letizia y sus padres, Juan Carlos I y Sofía.
El vicepresidente chino Wang Qishan representará a su país. China sí fue invitada al funeral, a diferencia de Rusia, por la guerra en Ucrania, y de un reducido número de países, como Venezuela o Birmania.
Tras el funeral, un afuste trasladará el féretro por la capital británica hasta el arco de Wellington, en Hyde Park Corner. Allí será cargado en un coche fúnebre para su último viaje al Castillo de Windsor.
Los restos de la monarca reposarán a partir de las 19H30 (18H30 GMT) en la capilla del rey Jorge VI, donde yacen los de su padre y su madre, así como las cenizas de su hermana Margarita.
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