“Por las dudas”, le dijo una mujer en Cardiff cuando Carlos III se acercó a saludar a la multitud. La frase acompañaba un curioso regalo para el nuevo monarca: un bolígrafo.
El rey tomó el obsequio, los observó unos segundos y luego rió.
El regalo se transformó en un bálsamo para el rey luego de polémicos días donde algunos gestos públicos -todos con un bolígrafo en el centro de la escena- lo mostraron iracundo e incómodo con sus nuevas funciones.
Es que el ahora rey fue muy criticado por un incidente durante su proclamación cuando visiblemente molesto exigió a uno de sus ayudantes retirar el estuche de bolígrafos del escritorio ya que le dificultaba seguir firmando. El momento se viralizó y causó repudio mundial.
Sumado a este episodio, el martes pasado en su visita al castillo de Hillsborough junto a la reina consorte Camila, mientras firmaba el libro de visita explotó al darse cuenta que el bolígrafo chorreaba tinta y de inmediato salió del salón no si antes exclamar “¡No puedo soportar esta maldita cosa!”.
“¡Oh, Dios, odio este (bolígrafo)!”, dijo el rey en evidente tono de molestia, poniéndose de pie y entregando la pluma a su esposa, la reina consorte Camilla.
“Oh, mira, va a todas partes”, dijo Camilla mientras Carlos se limpiaba los dedos.
“No soporto esta maldita cosa... cada apestoso momento”, dijo el monarca mientras se alejaba.
El regalo de Cardiff le permitió reirse de la situación y pasar página de los polémicos episodios.
Sin embargo, incluso antes de ser nombreado rey, uya se comentaba que Carlos podía ser divertido, pero también irritable y exigente... Y esa doble faceta comienza a ser evidente.
De hecho, laexigencia también se manifiesta en los detalles de las fastuosas peticiones del ex Príncipe de Gales que fueron revelados en el documental Serving the Royals: Inside the Firm, realizado por Amazon Prime en 2015.
En la serie, Paul Burrell, quien fue mayordomo de la reina Isabel II y de la princesa Diana, reveló las indicaciones precisas que recibía el personal del monarca para atenderlo y servirlo cada día, desde plancharle los cordones de los zapatos hasta ponerle pasta de dientes a su cepillo. El ex mayordomo compartió que al rey Carlos “se le hace todo”. “Su pijama se plancha todas las mañanas, los cordones de sus zapatos se planchan con una plancha, el tapón de la bañera tiene que estar en una determinada posición y la temperatura del agua tiene que estar sólo tibia”, en una bañera llena “sólo hasta la mitad”, contó Burrell.
El rey incluso “hace que sus ayudantes de cámara expriman una pulgada (casi tres centímetros) de pasta de dientes en su cepillo cada mañana”. Tras arreglarse, la estricta rutina matutina del rey Carlos continúa con su desayuno. “El príncipe Carlos opta por una opción saludable. Toma pan casero, un bol de fruta fresca y jugos de frutas”, dijo el chef Graham Newbould, antiguo miembro del personal real.
“Dondequiera que el príncipe se traslade por el mundo, la caja de desayuno va con él. Tiene seis tipos diferentes de miel, algunos mueslis especiales, su fruta seca y cualquier cosa un poco especial con la que sea un poco exigente”.
También insiste en que el queso y las galletas se calienten a cierta temperatura al final de las comidas y hace que su personal tenga una bandeja para calentarlos cerca, “ya que es muy exigente con todo”, reveló una persona de la realeza a MyLondon.
(Con información de Reuters)
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