El rey Carlos III visitó este viernes Gales, la última etapa de su gira como nuevo soberano del Reino Unido por las cuatro naciones británicas, que ya le ha llevado a Escocia e Irlanda del Norte, además de Inglaterra.
El rey y la reina consorte, Camila, viajaron en helicóptero a Cardiff, donde asistieron a un servicio religioso en honor de Isabel II, fallecida la pasada semana con 96 años.
Ambos estuvieron presentes en una sesión extraordinaria del Parlamento autónomo galés en la que se aprobó una moción de condolencia por la soberana, que ha ocupado el trono británico durante más de siete décadas.
También visitaron el castillo de Cardiff, donde el rey mantuvo una audiencia privada con el ministro principal de Gales, Mark Drakeford.
Por la tarde, Carlos III se reunirá con líderes religiosos en el palacio de Buckingham y participar en una vigilia de diez minutos alrededor del féretro de Isabel II junto a sus tres hermanos -Ana, Andrés y Eduardo-, como ya hicieron en la capilla ardiente instalada en Edimburgo a principios de esta semana.
El monarca ejercerá de anfitrión el domingo en una recepción con los jefes de Estado y dignatarios que estarán en el Reino Unido para asistir el lunes al funeral de la soberana.
FILAS KILOMÉTRICAS
Mientras el rey continúa con su agenda, Miles de personas se ha mantenido desfilando en Londres ante los restos mortales de Isabel II, la única reina que la mayoría conoció, y una figura que gozó del afecto casi unánime en su país.
“Debemos a la reina haber estado ahí durante todas nuestras vidas”, comentó Andrew Clyde, de 53 años, un norirlandés llegado de Belfast (oeste), para visitar la capilla ardiente de la monarca, que será accesible al público hasta la madrugada del lunes 19 de septiembre.
Los asistentes a la capilla ardiente soportaron una cola kilométrica de horas, obligados a llevar cuanta comida y agua les entrara en una bolsa pequeña, y los controles de seguridad propios de un aeropuerto a la entrada del Parlamento.
El gobierno advirtió a los asistentes que podrían tener que esperar 30 horas en una fila de hasta 10 km que transcurre por el centro de la ciudad a lo largo del río Támesis.
Isabel II murió el jueves 8 de septiembre a los 96 años tras 70 de reinado. El féretro con sus restos se instaló en Westminster Hall, la sección más antigua del Parlamento, una sala majestuosa del siglo XI que es el embrión institucional del Reino Unido.
“Tengan en cuenta esto antes de decidir asistir o traer a niños”, advirtió Downing Street.
Más de 100 dignatarios y otras personalidades tienen previsto asistir al “funeral del siglo”, como el presidente estadounidense, Joe Biden, el brasileño Jair Bolsonaro, el rey de España, Felipe VI y su padre Juan Carlos I.
(Con información de EFE)
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