Rusia está “con casi total seguridad” incrementado la recepción de armamento desde Irán y Corea del Norte, Estados sometidos a duras sanciones internacionales, ante la disminución de sus propios recursos, indicaron este miércoles los servicios de inteligencia del Reino Unido.
El Ministerio de Defensa sostuvo en un comunicado que la pérdida de un dron iraní Shahed-136 cerca de la primera línea de combate en Ucrania “sugiere la posibilidad realista de que Rusia esté intentando utilizar esos sistemas para llevar a cabo ataques tácticos”.
Londres subraya que aparatos como ese, un vehículo aéreo no tripulado con un rango de acción de 2.500 kilómetros, han sido utilizados en Oriente Medio en el pasado, incluido un ataque contra el petrolero MT “Mercer Street” frente a la costa de Omán en 2021.
A principios de agosto, el diario estadounidense The New York Times reveló que Moscú estaba adquiriendo proyectiles y cohetes a Pyonyang, algo que fue respaldado más tarde por el Pentágono.
El diario cita como fuente documentos desclasificados recientemente por la inteligencia estadounidense que señalan que Moscú se ha visto obligado últimamente a “recurrir a estados parias en busca de suministros militares”.
Esta información se produce días después de que Rusia recibiera envíos iniciales de drones de fabricación iraní, algunos de los cuales, según funcionarios estadounidenses, tenían problemas mecánicos.
Según The New York Times, funcionarios del gobierno de Estados Unidos creen que la decisión de Rusia de recurrir a Irán, y ahora a Corea del Norte, es una señal de que las sanciones y los controles de exportación impuestos por Washington y Europa están afectando la capacidad de Moscú para obtener suministros para su ejército.
Un funcionario estadounidense dijo que, más allá de los cohetes de corto alcance y los proyectiles de artillería, se espera que Rusia intente comprar equipos adicionales de Corea del Norte en el futuro.
“El Kremlin debería sentirse alarmado al tener que comprar cualquier cosa a Corea del Norte”, dijo Mason Clark al periódico, quien dirige el equipo de Rusia en el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW), un centro independiente de análisis de Estados Unidos.
En los últimos días, la retirada de las tropas rusas del noreste de Ucrania ante el contraataque de Kiev ha incrementado la presión política sobre el presidente ruso, Vladímir Putin.
Las amplias sanciones económicas internacionales, al menos hasta ahora, no han paralizado a Rusia, gracias al elevado precio alcanzado por la energía que aún puede colocar en los mercados.
Pero funcionarios estadounidenses dijeron, según el diario neoyorquino, que en lo relacionado con la capacidad de Rusia para reconstruir su ejército, las acciones económicas de Europa y Estados Unidos habían sido efectivas.
Las sanciones estadounidenses y europeas han bloqueado la capacidad de Rusia para comprar armamento o productos electrónicos con los que fabricar esas armas.
Moscú esperaba que China estuviera dispuesta a oponerse a esos controles de exportación y continuar abasteciendo al ejército ruso.
Pero en los últimos días, funcionarios estadounidenses señalaron que, si bien China estaba dispuesta a comprar petróleo ruso con descuento, Beijing, al menos hasta ahora, ha respetado los controles de exportación dirigidos a las fuerzas armadas de Moscú y no ha intentado vender ni equipo ni componentes militares, señaló el rotativo neoyorquino.
(Con información de EFE)
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