Israel sufre constantes amenazas por parte de grupos terroristas de países vecinos como Hamas y la Yihad Islámica, en Palestina, y Hezbollah, en Líbano, entre otros. En lo que va de 2022, la Inteligencia israelí frustró 312 atentados extremistas.
“Hemos frustrado 312 atentados terroristas significativos, apuñalamientos, tiroteos, atentados suicidas, y hemos realizado 2.110 detenciones”, reportó Ronen Bar, jefe del Shin Bet -el servicio de inteligencia y seguridad general interior de Israel-, durante una conferencia en la Universidad Reichman de Herzliya, según consigna Times of Israel.
Bar advirtió, además, que incrementaron significativamente los ataques a tiros contra las tropas y civiles israelíes en Cisjordania. En lo que va de 2022, se reportaron 130 agresiones, frente a 98 en 2021, y 19 en 2020.
Pese a la gran cantidad de atentados frustrados, el jefe de la agencia de inteligencia israelí indicó que el país necesita redoblar esfuerzos para contener la amenaza terrorista, al tiempo que destacó la labor de las tropas locales al asegurar que son “un manto protector” para los ciudadanos.
En paralelo, Bar consideró que también se deben reforzar los servicios de seguridad de la Autoridad Palestina para calmar las tensiones. “La gente palestina también quiere esto, pero se necesitan dos para bailar el tango”.
La semana pasada, el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), Aviv Kohavi, había criticado a la Autoridad Palestina por su incapacidad para gobernar las zonas del norte de Cisjordania, donde las tropas fueron objeto de ataques durante las incursiones nocturnas.
Tras una serie de ataques, las FDI intensificaron las incursiones en Cisjordania.
El jefe del Shin Bet reconoció que la inestabilidad política que vive el país influye en el aumento de atentados terroristas: “A partir de la información que hemos leído, de las investigaciones de los atacantes que hemos llevado a cabo, y también de muchos años de familiaridad con nuestros adversarios, dondequiera que estén, podemos decir hoy, sin ninguna sombra de duda, que la inestabilidad política, la creciente división interna... son un estímulo para el eje del mal, para las organizaciones terroristas y los atacantes individuales”.
Bar también se refirió a la amenaza que representa el régimen de Irán. “La influencia de Irán es evidente en el ámbito del terror dondequiera que esté, en los países [que rodean a Israel], en el ámbito palestino, en Israel y en el ciberespacio”, dijo.
“Irán es el origen de la mayoría de los fenómenos [terroristas] en la región y también tiene un papel importante en la inestabilidad que estamos viviendo en el ámbito palestino”, agregó, en referencia a la escalada de violencia en Cisjordania.
El jefe de inteligencia israelí sostuvo que “Irán no es sólo un problema nuclear, sino que es el problema subyacente de Oriente Medio”, en alusión a la financiación y el apoyo ideológico constantes de Teherán a los grupos terroristas.
En esa línea, este domingo el primer ministro israelí, Yair Lapid, agradeció a los gobiernos de Francia, Reino Unido y Alemania la “firme posición” expresada el sábado sobre las actuales negociaciones con el régimen de Irán para retomar el acuerdo nuclear de 2015, al que Israel siempre se ha opuesto por entender que no elimina posibles amenazas.
Las potencias europeas que contribuyeron en su día a firmar dicho acuerdo tienen ahora “serias dudas” sobre el deseo de Irán de llegar realmente a un nuevo acuerdo. Reconocen que están “al límite” en cuanto a “flexibilidad”, en un aparente ultimátum que no ha gustado en Teherán.
Lapid afirmó que Israel presentó informes que supuestamente acreditan sus recelos en un diálogo “tranquilo e intenso” con británicos, alemanes y franceses. “No se ha acabado todavía”, avisó, anticipando un “largo camino por delante” en el que ahora ve “señales alentadoras”, según el periódico Times of Israel.
Las negociaciones con Irán formarán parte de la agenda del viaje que Lapid inicia este mismo domingo a Alemania, donde tiene previsto verse con el canciller, Olaf Scholz.
Con información de The Times of Israel y Europa Press
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