Los nacionalistas rusos reclamaron airadamente el domingo al presidente Vladimir Putin que realice cambios inmediatos para garantizar la victoria final en la guerra de Ucrania, después de que Moscú se viera obligado a abandonar su principal bastión en el noreste del país.
En un mensaje de voz de 11 minutos de duración publicado en la aplicación de mensajería Telegram, el líder checheno Ramzan Kadyrov, un aliado de Putin cuyas tropas han estado al frente de la campaña en Ucrania, desestimó la pérdida de Izium, un centro de suministro crítico.
Sin embargo, admitió que la campaña no se está desarrollando según lo previsto.
“Si hoy o mañana no se producen cambios en la conducción de la operación militar especial, me veré obligado a acudir a los dirigentes del país para explicarles la situación sobre el terreno”, dijo Kadyrov.
“No soy un estratega, como el Ministerio de Defensa, pero se cometieron errores. Creo que sacarán conclusiones necesarias”, dijo Kadyrov, un antiguo rebelde convertido en aliado del Kremlin, que gobierna Chechenia -república rusa en el Cáucaso- con mano de hierro y tiene una fuerza paramilitar a sus órdenes.
El silencio casi total de Moscú sobre la derrota -o cualquier explicación sobre lo ocurrido en el noreste de Ucrania- provocó una importante ira entre algunos comentaristas proguerra y nacionalistas rusos en las redes sociales.
La rápida caída de Izium, en la provincia de Kharkiv, fue la peor derrota militar de Rusia desde que sus tropas se vieron obligadas a abandonar la capital ucraniana, Kyiv, en marzo.
A medida que se producían las derrotas, el Ministerio de Defensa ruso publicó el viernes imágenes de vídeo de lo que dijo que eran tropas enviadas a la región de Kharkiv. El domingo, el Ministerio de Defensa dijo que las fuerzas rusas habían atacado posiciones ucranianas en la región con tropas aéreas, misiles y artillería.
Ucrania afirmó haber reconquistado unos 3.000 km2 de manos rusas, la mayor parte de ese territorio durante una contraofensiva relámpago en el noreste del país, en la región de Kharkiv, forzando las tropas enemigas a replegarse. “En algunos lugares del frente, nuestros defensores llegaron a la frontera estatal con la Federación Rusa”, indicó el gobernador regional de la provincia nororiental de Kharkiv, Oleh Syniehubov. Como ha ocurrido durante toda la guerra, era difícil verificar los comunicados militares de forma independiente.
El ministro de Defensa ucraniano dijo que la guerra ha entrado en una nueva fase que ha sido posible gracias al suministro de armas occidentales. “La contraofensiva es la tercera fase” del plan ucraniano para retomar las posiciones que comienzan en el sur y el norte, declaró Oleksii Reznikov al diario francés Le Monde. La primera fase fue un intento de disuadir a Rusia de presionar su ataque, mientras que la segunda tenía como objetivo “estabilizar el frente y poner a prueba sus capacidades de resistencia”.
También se mostró de buen humor el presidente, Volodimir Zelensky. Sus desafiantes comentarios del domingo en medios sociales se hicieron virales de inmediato. “¿Siguen pensando que pueden intimidarnos, doblegarnos, obligarnos a hacer concesiones? “, escribió. “El frío, el hambre, la oscuridad y la sed para nosotros no son tan atemorizantes y mortales como su ‘amistad y hermandad’. Pero la historia pondrá todo en su sitio. Y estaremos con gas, luz, agua y comida... ¡y sin ustedes!”.
(Con información de Reuters, AFP, AP)
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