Rusia admitió que tuvo que retirar sus fuerzas en la región oriental de Kharkiv, en Ucrania, después de que Kiev dijera que sus tropas habían logrado amplios avances en el territorio en poder del ejército ruso durante meses. “Para lograr los objetivos de la operación militar especial para liberar Donbás, se tomó la decisión de reagrupar las tropas rusas estacionadas en las regiones de Balakliya e Izyum, para reforzar los esfuerzos a lo largo del frente de Donetsk”, dijo el Ministerio de Defensa de Rusia en un comunicado intentando disfrazar la retirada de la stropas.
La retirada de las fuerzas rusas se produce cuando las tropas ucranianas dijeron que habían entrado en la ciudad de Kupiansk en Kharkiv, y los observadores militares dijeron que el ejército de Kiev había avanzado aún más.
El Ministerio de Defensa dijo que la retirada de las tropas de Kharkiv a la región de Donetsk se había llevado a cabo en el curso de una operación de tres días diseñada para minimizar las pérdidas rusas. Sin embargo, en Donetsk, el líder de la república separatista, respaldado por el Kremlin, afirmó que se estaban produciendo intensos combates entre las fuerzas rusas y las ucranianas.
Según el ejército ucraniano, en septiembre recuperaron “2.000 kilómetros de territorio” que habían caído en manos rusas, afirmó el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, sin precisar si se trataban de km2. “Estos últimos días, el ejército ruso nos ha mostrado lo mejor que tiene: su espalda. Después de todo, hizo lo que debía: huir”, añadió.
Una de las últimas ciudades que Ucrania afirma haber recuperado es Kupiansk, tomada por las tropas de Moscú poco después del inicio de la invasión de Ucrania, el 24 de febrero. Esta ciudad es un punto clave de la vía de abastecimiento logístico rusa desde territorio ruso hasta la ciudad de Izium, destacan analistas citados por la prensa ucraniana.
Este avance se enmarca en la ofensiva lanzada por las fuerzas ucranianas el pasado 29 de agosto en las regiones de Kherson y Kharkiv que les ha permitido recuperar 30 localidades de Kharkiv.
“Kupiansk es Ucrania”, escribió un responsable regional en las redes sociales, al anunciar la reconquista de esa localidad, fronteriza con Rusia.
La reconquista total de esta urbe de 27.000 habitantes supondría un duro golpe para Moscú, ya que es clave para el abastecimiento de otras posiciones rusas en el frente oriental.
La contraofensiva ucraniana en el este está liberando “más ciudades y aldeas”, declaró el portavoz del Ministerio ucraniano de Relaciones Exteriores, Oleg Nikolenko.
“Su valentía, sumada al apoyo militar occidental, está dando unos resultados extraordinarios”, agregó. “Es crucial seguir enviando armas a Ucrania. Derrotar a Rusia en el campo de batalla significa una victoria para la paz en Ucrania”, insistió.
Apoyo de Alemania
La ministra alemana de Relaciones Exteriores, Annalena Baerbock, realizó el sábado una visita sorpresa a Kiev, para mostrar que los ucranianos “pueden seguir contando con nosotros”, según afirmo en un comunicado.
Alemania seguirá apoyando a Kiev “tanto tiempo como sea necesario, con suministro de armas y apoyo humanitario y financiero”, agregó.
En las últimas semanas, Alemania envió obuses, lanzacohetes y misiles antiaéreos a Ucrania, parte de un arsenal de armamento suministrado por los occidentales que, según los observadores, habría socavado la capacidad militar de Rusia.
Su visita siguió a la del secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, que el jueves prometió casi 3.000 millones de dólares en ayuda militar para Ucrania y países vecinos.
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