La alianza OPEP+, encabezada por Arabia Saudita y Rusia, ha decidido hoy retirar del mercado los 100.000 barriles diarios que había decidido añadir hace un mes, una medida que ha impulsado de inmediato a los “petroprecios”.
Se trata de la primera reducción de los suministros que acuerda la OPEP+ (OPEP y aliados) en más de un año, y llega en un momento de crecientes tensiones en el mercado energético debido a la invasión rusa de Ucrania.
Refrendada en su teleconferencia por los ministros del sector de los 23 países que integran el grupo, la decisión anula el incremento del bombeo que se había adoptado para septiembre hace un mes, después de un viaje histórico a Arabia Saudita del presidente de EEUU, Joe Biden, para pedir un aumento sustancial del bombeo.
El presidente Joe Biden “ha dejado claro que el suministro de energía debe satisfacer la demanda para apoyar el crecimiento económico y precios más bajos para los consumidores estadounidenses y de todo el mundo”, dijo hoy la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, en un comunicado.
Estados Unidos había presionado a la OPEP+ para que aumentara la producción a fin de reducir los precios de la energía que han alimentado una inflación alta durante décadas.
“El presidente ha tomado medidas, incluida la liberación histórica de petróleo de las reservas estratégicas globales y de EEUU y trabajar con aliados en un tope de precio del petróleo ruso para garantizar que mantengamos un suministro mundial de petróleo, incluso cuando castigamos al (presidente Vladimir) Putin por su acción”, dijo Jean-Pierre.
Hoy se acordó “volver al nivel de producción de agosto de 2022″, recordando que “el ajuste al alza de 0,1 millones de barriles diarios (mbd) estaba previsto únicamente para el mes de septiembre”, informó en un comunicado la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
Así, la cuota oficial conjunta de producción regresa a partir del 1 de octubre a los 43,854 mbd, cerca del 43% de la demanda mundial, si bien ese volumen no incluye el bombeo de Venezuela, Irán y Libia, países que están exentos del compromiso de limitar sus extracciones.
El viceprimer ministro ruso Alexander Novak, negociador jefe de su país en la OPEP+, dijo que la decisión de hoy se debe a una ralentización del crecimiento económico.
“Vemos que el PIB y el crecimiento de la economía mundial han sido corregidos (a la baja)”, declaró Novak a la televisión pública rusa. “Anteriormente se predijo en un nivel de crecimiento del 3,5 %, ahora se estima en un 3,1 %. Por eso, como parte de nuestro acuerdo, decidimos ajustar las cuotas”, agregó.
Adelantado días antes por el ministro saudí de Energía, Abdelaziz bin Salmán, y secundado por Rusia, el posible recorte simbólico comenzó a reflejarse en los precios del crudo ya el viernes con una tendencia al alza que se acentuó tras la confirmación oficial.
El barril del crudo Brent, referente para Europa, se vendía a 96,88 dólares hacia las 13:22 GMT, un 4,14 % más que al cierre del viernes, mientras el petróleo intermedio de Texas (WTI) subía un 3,86 %, hasta 90,25 dólares.
Pese a estas fuertes alzas, el nivel de los precios sigue por debajo de la barrera psicológica de los 100 dólares y lejos de los picos en torno a los 120 dólares de junio.
El temor a que la demanda petrolera se contraiga debido a la desaceleración de la economía mundial venía presionando a la baja los precios en las últimas semanas y la OPEP+ ha señalado hoy que está decidida a contrarrestar esa tendencia.
Ésta se ve asimismo alimentada por la posible reactivación del acuerdo sobre el programa nuclear iraní, pues abriría las puertas a un considerable aumento de las exportaciones de petróleo de la República Islámica.
La OPEP+ ha dejado hoy claro que puede volver a cambiar las cosas de un día a otro, reflejando la gran incertidumbre que afronta sobre la evolución a corto plazo, en medio de una alta volatilidad.
En su escueta declaración final, los ministros piden al presidente de turno que “considere la posibilidad de convocar una nueva reunión ministerial de la OPEP+ en cualquier momento para abordar la evolución del mercado, si fuera necesario”.
Novak explicó que esa medida es necesaria ante las “muchas incertidumbres”, entre las que destacó la intención del G7 de impulsar un techo al precio del crudo ruso.
Entre los principales consumidores, el temor prevalente es que la oferta petrolera sea escasa en un momento en que se está utilizando cada vez más para sustituir al gas en la generación de electricidad, sobre todo en Europa, que por otra parte se prepara para embargar gran parte del petróleo ruso.
La propia OPEP ha reducido la semana pasada de 900.000 a 400.000 bd el superávit de oferta que había vaticinado para este año, y para 2023 pronostica un déficit de 300.000 bd.
La mayoría de los productores afrontan una capacidad productiva limitada y no logran cumplir con las cuotas nacionales de producción asignadas. Los expertos ven sólo a Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos con margen para aumentar el bombeo, si bien ese margen se limitaría a unos 2,2 mbd, según la Agencia Internacional de la Energía (AIE).
Además, mientras que los conflictos en Irak y Libia amenazan con exacerbar la situación, Rusia ha reducido notablemente sus extracciones por las sanciones de Occidente por su ataque a Ucrania y amenaza con cortar todos sus suministros de petróleo a Occidente si se impone un techo al precio de su barril.
(Con información de EFE y AFP)
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