Más de siete mil civiles han muerto y otros 5.500 han resultado heridos desde el inicio de la guerra de agresión rusa contra Ucrania, según datos del Ministerio del Interior ucraniano.
“Quiero subrayar que los bombardeos se cobran la vida de civiles. El número de civiles muertos durante esta guerra supera ya los siete mil. Y otros 5.500 civiles han resultado heridos”, declaró en televisión el viceministro primero ucraniano del Interior, Yevhenii Yenin, citado este sábado por la agencia Ukrinform.
Agregó que desde el comienzo de la guerra la policía ucraniana ha registrado 22.000 bombardeos de las tropas rusas que han alcanzado más de 24.000 objetos civiles.
“Los rusos siguen bombardeando con pasión maníaca el territorio de la Ucrania independiente, sin detenerse ni un momento en 191 días. Sólo en el último día, la policía recibió información sobre el bombardeo de 28 núcleos poblacionales”, dijo.
En estos “bombardeos despiadados” mueren civiles, recordó.
En otro orden, Ucrania planea apoyar a Alemania suministrándole energía con el objetivo de limitar la dependencia de Berlín de las importaciones de la energía rusa.
“Actualmente, Ucrania exporta su electricidad a Moldavia, Rumanía, Eslovaquia y Polonia. Pero estamos preparados para expandir nuestras exportaciones a Alemania”, afirmó el primer ministro de Ucrania, Denys Shmyhal, a la agencia DPA.
Shmyhal aseguró que comentará esta medida con las autoridades alemanas durante la visita que realizará este fin de semana a Berlín, ya que tienen “suficiente electricidad en Ucrania gracias a las centrales nucleares”.
Las autoridades ucranianas consideran que aumentar las exportaciones a los países dependientes del gas ruso es una medida beneficiosa para ambas partes. “La Unión Europea conseguiría más energía y nosotros conseguiríamos las divisas que necesitamos con urgencia”, agregó.
El consumo energético en Ucrania ha caído de forma abrupta desde la invasión por parte de las tropas rusas el 24 de febrero, debido al éxodo masivo de la población ucraniana y al declive económico. Esto ha liberado la capacidad adicional que se puede destinar a las exportaciones a otros países.
Shmyhal tiene previsto llegar a Berlín este sábado y el domingo se reunirá con el canciller alemán Olaf Scholz.
Por su parte, el Gobierno de Alemania afirmó que el suministro de gas está plenamente garantizado, a pesar de un “tenso” contexto que ha sumado este viernes un nuevo capítulo con el anuncio del cierre indefinido del gasoducto Nord Stream 1.
Una portavoz del Ministerio de Asuntos Económicos alemán evitó valorar calificar este cierre, pero sí advirtió que Rusia lleva semanas demostrando su “poca fiabilidad” como suministrador de combustibles fósiles a Europa.
Berlín ve necesario seguir con el progresivo refuerzo de la “independencia” energética frente a Moscú. “Estamos ahora mucho más preparados que hace unos meses”, ha enfatizado la portavoz.
Las reservas de gas en Alemania rondan el 84,3% de la capacidad total y el Gobierno prevé llegar “en los primeros días de septiembre” a la meta del 85% que inicialmente se había fijado para octubre.
Entretanto, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, aseguró que el uso del gas “como arma” por parte de Rusia no cambiará “la determinación de la Unión Europea”, la cual “acelerará su camino hacia la independencia energética”.
El político belga se pronunció en ese sentido después de que el consorcio estatal ruso Gazprom anunciara el viernes la suspensión completa del flujo de gas a través del gasoducto Nord Stream por una supuesta fuga de aceite detectada durante el mantenimiento de la única estación compresora aún en funcionamiento.
(Con información de EFE y Europa Press)
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