El equipo de inspectores de la agencia atómica de la ONU llegó a la planta nuclear de Zaporizhzhia, controlada por Moscú, en el sur de Ucrania, informaron el jueves las agencias de noticias rusas RIA Novosti e Interfax.
El equipo de 14 inspectores del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) partió esta mañana de la ciudad de Zaporizhzhia, a unos 120 kilómetros de la central, después de que su director, Rafael Grossi, advirtiera de que “el riesgo era muy alto”, debido al recrudecimiento de los combates en la zona.
Grossi indicó esta mañana que había recibido las garantías necesarias para realizar su trabajo.
“Tenemos una misión muy importante que cumplir. Vamos a iniciar inmediatamente una evaluación de la situación actual de seguridad en la planta”, recordó el jefe del OIEA, la agencia atómica de la ONU, con sede en Viena.
Zaporizhzhia, la central nuclear más grande de Europa, lleva ocupada por Rusia casi desde el comiendo de su invasión de Ucrania hace más de seis meses.
La central fue objeto de bombardeos recientes que dañaron algunas de sus instalaciones, y el OIEA lleva meses advirtiendo del riesgo de un desastre nuclear y pidiendo permiso para efectuar esta misión.
De hecho, Grossi indicó ayer que el objetivo de esta visita es “evitar un accidente nuclear” y establecer una presencia permanente del OIEA en la instalación, para poder evaluar de forma independiente en que condiciones está funcionando.
Rusia acusó hoy a Ucrania de haber intentado “tomar” militarmente la planta nuclear, mientras que Kiev señaló que las tropas rusas estaban atacando intensamente el corredor por el que se supone que la misión del OIEA debe pasar para llegar a la planta.
La central ha desconectado hoy uno de sus reactores tras registrarse varios bombardeos en las zonas colindantes, informó la empresa estatal nuclear de Ucrania, Energoatom, en su cuenta de Telegram.
Energoatom dijo que era “la segunda vez en 10 días” que los bombardeos forzaban el cierre de un reactor.
El área alrededor de la planta, la instalación nuclear más grande de Europa, ha sufrido repetidos bombardeos, y ambos lados acusan al otro de responsabilidad, lo que genera preocupación mundial sobre el riesgo de un accidente.
“Ya es hora de dejar de jugar con fuego y, en cambio, tomar medidas concretas para proteger esta instalación... de cualquier operación militar”, dijo a los periodistas en Kiev el jefe del Comité Internacional de la Cruz Roja, Robert Mardini.
“El más mínimo error de cálculo podría desencadenar una devastación de la que nos arrepentiremos durante décadas”.
Energoatom dijo que el sistema de protección de emergencia de la planta se activó poco antes de las 5:00 am (02:00 GMT) “debido a otro bombardeo de mortero (ruso)” y que “la unidad de energía operativa cinco se cerró”.
Pero la fuente de alimentación de respaldo “fue dañada” en el ataque, dijo.
Después de que las fuerzas rusas se apoderaran de la planta el 4 de marzo, Energoatom cerró dos de los reactores, seguido de un tercero después del bombardeo el 5 de agosto.
Con un cuarto en reparación, el incidente del jueves significa que solo uno de los seis está funcionando.
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