Los ministros de Relaciones Exteriores de la Unión Europea acordaron el miércoles suspender una facilidad para las visas que beneficiaba a Rusia, pero no avanzaron hacia una prohibición más amplia para restringir visados.
El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, dijo que los ministros reunidos en Praga acordaron que las relaciones con Rusia no pueden seguir “como de costumbre” y que el acuerdo debería ser “suspendido totalmente”.
La suspensión dificultará y encarecerá los trámites que los ciudadanos rusos tienen que formalizar para obtener un permiso para estancias de 90 días, dijo Borrell.
“Esto va a reducir significativamente el número de nuevas visas emitidas por países miembros de la UE”, dijo.
En una concesión a los países del este de la UE que querían un acuerdo más duro, Borrell dijo que los Estados que tengan frontera con Rusia pueden “tomar medidas a nivel nacional para restringir la entrada en la UE”.
Pero, el diplomático indicó que cualquier medida tiene que ajustarse a las normas de la zona común del bloque Schengen y destacó que es importante que los miembros de la sociedad civil puedan seguir viajando a la UE.
Antes de la cita, Polonia y los tres países Bálticos, Estonia, Letonia y Lituania, habían declarado que consideraban la posibilidad de vetar a los viajeros rusos, si la UE en su conjunto no lo hacía.
Borrell justificó la decisión alcanzada hoy porque, según dijo, desde mediados de julio se ha visto un incremento “sustancial” en los cruces de fronteras desde Rusia hacia los Estados vecinos que pertenecen a la UE, lo cual se ha convertido en “un riesgo de seguridad” para esos países del club comunitario, de acuerdo con el alto representante de la Unión.
“Además, hemos visto a muchos rusos viajando por motivos de ocio, para ir de compras, como si no se estuviera librando una guerra en Ucrania”, constató.
El jefe de la diplomacia comunitaria dijo que hay “un entendimiento común” de que la suspensión del convenio con Rusia “permitirá que los visados se concedan uno por uno, sobre la base de un examen minucioso de cada caso individual y, en especial, para grupos específicos de personas”.
En ese sentido, indicó que la UE no quiere perder el contacto con quienes se oponen a la guerra en Ucrania ni con la sociedad civil rusa.
Los ministros también acordaron que los pasaportes emitidos por las autoridades rusas en las zonas ocupadas de Ucrania no serán reconocidos en los Veintisiete.
Sobre los visados que ya se han emitido y no son nuevos, los ministros acordaron invitar a la Comisión Europea a analizar “esa compleja situación y proporcionar directrices” al respecto.
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