El presidente ruso, Vladimir Putin, firmó un decreto que autoriza la estadía y el trabajo de miles de personas que se marcharon de Ucrania a Rusia desde la intervención militar de Moscú en aquel país.
Los titulares de un pasaporte ucraniano y los habitantes de los territorios separatistas prorrusos de Donetsk y Lugansk (en el este de Ucrania) podrán permanecer en Rusia “sin limitación de plazo”, según las “medidas temporarias” publicadas este sábado.
Hasta ahora, los ucranianos podían permanecer en Rusia un máximo de 90 días por periodo de seis meses y para trabajar debían solicitar una autorización especial.
En adelante, tendrán “el derecho de mantener una actividad profesional en Rusia sin permiso de trabajo”.
Pero, para beneficiarse de esas medidas, deberán someterse a exámenes de detección de uso de drogas y de enfermedades infeccionas, además de declarar su presencia dejando su foto y sus huellas dactilares en el registro de inscripción.
El decreto prohíbe por otra parte expulsar a Ucrania a los ciudadanos de ese país, exceptuando quienes hayan purgado penas de cárcel o sean considerados como amenaza a la seguridad de Rusia.
Esta decisión se extiende también a los ciudadanos de las autoproclamadas repúblicas de Donetsk (RPD) y de Lugansk (RPL), que Ucrania reclama como suyas, en un decreto proclamado a pesar de las críticas de Kiev, que ha acusado a Moscú de “secuestrar” a ciudadanos ucranianos en las zonas ocupadas durante la invasión para su traslado forzado a territorio ruso.
De igual modo, Putin también anunció beneficios sociales mensuales, como por ejemplo para los jubilados, que recibirán 10.000 rublos (150 euros) por mes y las mujeres recibirán un pago único de 20.000 rublos (330 euros) por el nacimiento de un hijo.
Según Moscú, unos 3,6 millones de ucranianos, entre ellos 587.000 niños, huyeron a Rusia después de la ofensiva militar lanzada por orden de Putin contra el país vecino a fines de febrero. Las autoridades rusas alientan esas partidas y habilitaron centros de acogida en todo el país.
Parte de esos refugiados, a menudo ayudados por activistas, consiguieron posteriormente partir de Rusia rumbo a países de la Unión Europea.
El gobierno ruso anunció en julio medidas para facilitar la naturalización de ucranianos. Kiev denuncio esa iniciativa como una tentativa de Moscú de consolidar su influencia en los territorios conquistados por sus tropas.
(Con información de AFP y EFE)
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