El primer ministro japonés, Fumio Kishida, informó este miércoles que respaldará la construcción de al menos siete nuevos reactores nucleares, más de una década después del desastre de Fukushima y en medio de la crisis energética acentuada por la invasión rusa de Ucrania.
El Ministerio de Industria de Japón planea volver a poner en funcionamiento siete reactores nucleares adicionales en el verano del próximo año como parte de los esfuerzos para garantizar un suministro de electricidad estable, adelantó el diario japonés The Japan Times
De esta forma, Japón espera tener un total de 17 reactores nucleares activos, incluyendo diez que ya han sido aprobados. El país se ha fijado como objetivo que la energía nuclear represente entre el 20 y el 22 por ciento de su suministro de electricidad en el año fiscal 2030.
“La energía nuclear y las energías renovables son esenciales para proceder con una transformación verde”, señaló el primer ministro japonés, agregando que “la invasión de Rusia ha cambiado la situación energética global”.
La idea, según ya transmitió Kishida el pasado mes de julio, es asegurar un diez por ciento del abastecimiento total de energía en Japón durante el invierno, teniendo en cuenta la falta de electricidad que se espera de cara a los meses de frío.
El pasado mes de junio Japón reactivó uno de sus reactores nucleares, del mismo tipo que los de la accidentada planta de Fukushima. Se trata de la segunda de las tres unidades de la planta de Shimane, propiedad de la compañía eléctrica Chugoku Electric Power, que se sitúa en la ciudad de Matsue.
La determinación fue oficializada por Tatsuya Maruyama, el gobernador de la prefectura ubicada al oeste de Japón, durante una sesión de la asamblea regional. La compañía energética aspira a reactivar la unidad en 2023, como pronto.
El reactor número 3 de las instalaciones está en evaluación, mientras que se ha decidido que el 1 será desmantelado, según la Federación de Compañías Eléctricas de Japón.
De momento, los reactores que se han reactivado son de agua a presión. El de Shimane, en cambio, es de agua en ebullición, el mismo tipo que los que sufrieron fusiones parciales en la central de Fukushima tras el terremoto y tsunami de 2011.
“Debemos respetar las decisiones de la autoridad reguladora nuclear siempre y cuando se superen las nuevas normativas”, dijo en una rueda de prensa el portavoz del Gobierno, Hirokazu Matsuno, quien también señaló que este tipo de energía es “importante” en un contexto de oferta limitada y subida del precio de los combustibles.
La aprobación a nivel gubernamental de la reactivación del reactor se produce dos días después de que un tribunal paralizara la puesta en marcha de una planta atómica en Hokkaido, un nuevo revés judicial para los planes del Gobierno de ampliar la generación de energía atómica tras el apagón posterior a la crisis de Fukushima.
(Con información de Europa Press)
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