Estados Unidos agregó siete entidades afiliadas al régimen chino, en su mayoría relacionadas con la industria aeroespacial, a su lista de control de exportaciones, citando preocupaciones de seguridad nacional y política exterior, según un aviso del Departamento de Comercio de Estados Unidos publicado en línea el martes.
De acuerdo con una notificación publicada en el Registro Federal, cuatro institutos de investigación bajo una agencia espacial china, dos bajo una empresa de tecnología militar estatal y una empresa de satélites se agregaron a la lista negra, lo que indica que los proveedores de materiales o servicios estadounidenses a estas entidades necesitarán una licencia antes de enviar cualquier producto.
Comercio dijo que las entidades se agregaron por “adquirir e intentar adquirir artículos de origen estadounidense en apoyo de los esfuerzos de modernización militar de China”.
Las organizaciones incluidas en la lista de control de exportaciones incluyeron dos institutos de investigación de la Novena Academia de la Corporación de Ciencia y Tecnología Aeroespacial de China (CASC), según el aviso no publicado al Registro Federal, la gaceta del gobierno de EE. UU.
La empresa estatal desempeña un papel crucial en el programa espacial de China al desarrollar y fabricar los cohetes de la serie Gran Marcha para las misiones tripuladas de Shenzhou y los lanzamientos de satélites.
El Instituto de Investigación 771, también conocido como el Instituto de Tecnología de Microelectrónica de Xian, diseña y fabrica circuitos integrados de semiconductores, según el sitio web de CASC. Diseñó la unidad central de procesamiento para los cohetes Gran Marcha 5 y desarrolló sistemas informáticos utilizados en las misiones a la Luna y Marte.
El Instituto de Investigación 772 es una sucursal similar pero ubicada en Beijing. También conocido como el Instituto de Tecnología Microelectrónica de Beijing, desarrolla componentes electrónicos de grado militar, incluidos chips.
En total, la lista negra de EEUU, conocida oficialmente como la Lista de Entidades, incluye alrededor de 600 empresas chinas que se considera que están operando en contra de los intereses de seguridad nacional y política exterior de EE. UU.
Desde la administración del expresidente estadounidense Donald Trump, Estados Unidos ha tratado de controlar el flujo de tecnologías estratégicas a las empresas chinas y, en última instancia, al complejo militar-industrial chino.
El presidente de EE. UU., Joe Biden, promulgó la Ley de chips y ciencia este mes para reforzar la industria estadounidense de chips frente a la creciente competencia de China. El presidente aseguró que el régimen de Beijing intentó influir para que no saliera adelante la ley.
“No es de extrañar que el Partido Comunista Chino presionara activamente a las empresas estadounidenses contra este proyecto de ley”, apuntó el presidente.
La ley contempla una inversión total de 280.000 millones de dólares, de los que 52.700 millones están dirigidos a fomentar la construcción y ampliación de fábricas nacionales de semiconductores con subsidios y créditos adicionales.
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