Cumplir con una promesa de campaña. Así lo presenta el gobierno del Presidente de la República, Emmanuel Macron, para avanzar sobre la propuesta que ahora se debate entre los franceses: lugares vigilados por militares, que son lugares de reeducación, de recuperación para algunos de los niños, adolescentes y jóvenes, que cometan delitos.
El ministro del Interior, Gérald Darmanin, fue el encargado de adelantar la iniciativa que analizará el jefe de Estado para abrir “centros de rehabilitación y recuperación”. Para algunos, una antigua idea del ex presidente republicano, Nicolás Sarkozy, antiguo mentor de un modelo donde se endurezca la política de seguridad y la lucha contra la inmigración ilegal.
Desde Mayotte, después de violentos disturbios en este departamento francés, Darmanin prometió endurecer la lucha contra la delincuencia. En el departamento más pobre de Francia, el 48% de la población es extranjera y las tensiones son grandes y permanentes.
El titular de la cartera del interior también pretende defender la acción del gobierno, destacando las cifras de deportaciones de los inmigrantes que delincan. “En proporción a su población, es el territorio de la República donde más esfuerzos hemos hecho” , explicó al francés Journal du Dimanche
El funcionario detalló los resultados: 23.000 deportaciones a la frontera en 2021, un aumento del 78% con respecto a 2020, aunque había pesado el Covid durante ese año. Sin embargo, en 2019, el prefecto de Mayotte indicó que había realizado 27.421 desalojos. Por lo tanto, estos cayeron un 16% en 2021 en comparación con 2019.
Para dar respuesta a la inseguridad, y a los sectores que vinculan los delitos con la inmigración ilegal, el funcionario recordó que la iniciativa formaban parte de la promesa electoral de Emmanuel Macron, al tiempo que lamentó, “no se había discutido mucho”.
“Lugares vigilados por militares, que son lugares de reeducación, de recuperación para algunos de los niños, muy jóvenes adolescentes, que no tienen padres, o muy pocos”, justificó Darmanin. “Debemos cumplir esta promesa del Presidente de la República”, apoyó.
A dos días del primer Consejo de Ministros, después del retorno del receso de verano, previsto para el miércoles 24 de agosto, el ministro del Interior multiplicó en los últimos días las declaraciones marciales y anuncios de endurecimiento de las políticas en materia de seguridad pública y lucha contra la inmigración irregular.
Para argumentar este impulso correctivo, Darmanin postuló que “los policías y gendarmes que condecoré hoy evocaron a menores de 12, 11, 10 años que tenían machetes, hachas y atacaron a policías y gendarmes“.
“Hoy los magistrados, y esto es bastante normal, libérenlos, ya que a los niños no se les mete en la cárcel, que es la escuela del vicio cuando uno tiene esa edad, pero igual hay que darles un lugar de sanción y educación, yo Iba a decir reeducación”, continuó en un encuentro con periodistas.
Emmanuel Macron, como candidato, había planteado “la posibilidad de supervisión por parte de los militares para los delincuentes menores”. Incluso, durante los debates con su rival de ultraderecha Marine Le Pen, planteó y discutió con su adversaria qué hacer con los “infractores menores”.
El reelegido prometía “o detención en un entorno militar o trabajo general bajo control. “Hay que dar a la justicia los medios para actuar “, sostenía.
Sumando iniciativas que generan rechazo entre sectores políticos franceses, en particular la izquierda; que ha levantado su enfado, el ministro también pidió al director general de la Policía Nacional “que estudie la posibilidad de utilizar armas intermedias”, como las que se utilizaron durante los disturbios de Mayotte, durante las reyertas de menores.
Con respecto al uso de armas, Darmanin explicó que cuando se detiene a menores, incluso los extremadamente violentos, “no hay posibilidad de disparar munición real, como lo harías cuando eres atacado por personas adultas”.
Velozmente, varios políticos de izquierda denunciaron estos comentarios, uno de ellos, el diputado Bastien Lachaud, del movimiento Francia Insubordinada, creía que “Darmanin y su maestro Macron continúan su carrera precipitada hacia la demagogia de extrema derecha”.
“Todo eso apesta a petainismo, colonialismo y xenofobia. Darmanin y Macron están reuniendo a la extrema derecha”, critica finalmente el diputado de LFI para Altos del Sena, Aurélien Saintoul.
Poco antes, Darmanin, encargado de adelantar la ofensiva sobre el tema de la inmigración que encarará el gobierno galo, también había sugerido endurecer el acceso a la nacionalidad francesa a los niños nacidos en los territorios de ultramar, sujeta a una fuerte presión migratoria.
El Ejecutivo analiza “suspender la ley del suelo, tal como existe en Mayotte”. Desde 2018, un niño nacido de padres extranjeros en la isla solo puede adquirir la nacionalidad francesa si uno de sus padres ha residido en el territorio de forma regular e ininterrumpida durante más de tres meses antes de su nacimiento. “Este período debe cambiarse a un año”, deslizó Darmanin. Políticas que ya se han debatido en al Asamblea Nacional y, en su momento, contaron tambien con resistencia en las filas propias del gobierno.
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