El ejército ruso aseguró que utilizó en tres ocasiones el misil hipersónico Kinzhal en Ucrania

Pueden viajar a una velocidad nueve veces superior a la del sonido, alcanzar casi cualquier punto del mundo y evadir un escudo antimisiles desarrollado por Estados Unidos

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FOTO DE ARCHIVO: Un avión de combate ruso MiG-31 equipado con un misil hipersónico Kinzhal sobrevuela la Plaza Roja durante un ensayo para un pase aéreo, que forma parte de un desfile militar que marca el aniversario de la victoria sobre la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial, en el centro de Moscú

May 7, 2022. REUTERS/Maxim Shemetov
FOTO DE ARCHIVO: Un avión de combate ruso MiG-31 equipado con un misil hipersónico Kinzhal sobrevuela la Plaza Roja durante un ensayo para un pase aéreo, que forma parte de un desfile militar que marca el aniversario de la victoria sobre la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial, en el centro de Moscú May 7, 2022. REUTERS/Maxim Shemetov

Rusia ha desplegado tres veces misiles hipersónicos Kinzhal en el transcurso de su “operación militar especial” en Ucrania, dijo el domingo el ministro de Defensa, Serguéi Shoigu.

Los misiles Kinzhal forman parte de un conjunto de nuevas armas hipersónicas que el presidente Vladímir Putin presentó en 2018 en un belicoso discurso en el que dijo que podían alcanzar casi cualquier punto del mundo y evadir un escudo antimisiles desarrollado por Estados Unidos.

Shoigu dijo a la televisión estatal que los misiles habían demostrado su eficacia para impactar objetivos de alto valor en las tres ocasiones, aclamándolos como armas sin comparación y como casi imposibles de derribar cuando están en vuelo.

Lo hemos desplegado tres veces durante la operación militar especial”, dijo Shoigu en una entrevista transmitida por Rossiya 1. “Y las tres veces mostró características brillantes”.

Rusia utilizó por primera vez el sistema Kinzhal en Ucrania aproximadamente un mes después de enviar decenas de miles de soldados al territorio de su vecino, impactando un gran depósito de armas en la región occidental ucraniana de Ivano-Frankivsk.

El Kremlin envió armamento y aviones a su base del Báltico

Esta semana, el Ministerio de Defensa ruso dijo que tres aviones de guerra MiG-31E equipados con misiles Kinzhal habían sido trasladados a la región de Kaliningrado, un exclave ruso de la costa del Báltico situado entre Polonia y Lituania, miembros de la OTAN y de la Unión Europea.

En el Día de la Armada rusa, a finales del mes pasado, Putin anunció que la armada recibiría en los próximos meses lo que denominó “formidables” misiles de crucero Zircon hipersónicos. Estos misiles pueden viajar a una velocidad nueve veces superior a la del sonido, superando las defensas aérea.

Por otra parte, proyectiles de artillería cayeron sobre una ciudad cercana a la mayor central nuclear de Europa durante la noche y misiles rusos alcanzaron el domingo objetivos cerca de Odessa, un puerto ucraniano del mar Negro y centro de exportación de grano, a pocos días de que la guerra alcance los seis meses.

El 24 de agosto también se cumplen 31 años de la independencia de Ucrania del dominio soviético y el presidente Volodimir Zelensky, en un discurso nocturno por video, pidió atención, diciendo que Moscú podría intentar “algo particularmente feo”.

Las autoridades rusas afirmaron el domingo que están investigando un presunto atentado con coche bomba en las afueras de Moscú, en el que murió la hija de Alexander Dugin, un ideólogo ultranacionalista que aboga por que Rusia absorba a Ucrania.

Aunque los investigadores dijeron que estaban considerando “todas las posibilidades” a la hora de averiguar quién era el responsable, el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso especuló con que podría haber un vínculo con Ucrania, algo que un asesor de Zelensky descartó rápidamente.

Soldados ucranianos disparan un sistema de lanzamiento de cohetes múltiples BM-21 Grad, cerca de la ciudad de Lysychansk, región de Lugansk, en medio del ataque de Rusia contra Ucrania, el 12 de junio de 2022. REUTERS/Gleb Garanich
Soldados ucranianos disparan un sistema de lanzamiento de cohetes múltiples BM-21 Grad, cerca de la ciudad de Lysychansk, región de Lugansk, en medio del ataque de Rusia contra Ucrania, el 12 de junio de 2022. REUTERS/Gleb Garanich

“Ucrania, por supuesto, no tuvo nada que ver con esto porque no somos un Estado criminal, como la Federación Rusa, y además no somos un Estado terrorista”, dijo Mijailo Podolyak en la televisión ucraniana, sugiriendo que el incidente era una venganza “kármica” para los partidarios de la invasión de Moscú.

Mientras Ucrania se prepara para celebrar su Día de la Independencia, envuelta en una guerra que ha arrasado pueblos y ciudades, ha dejado miles de muertos y obligado a millones a huir, militares y representantes regionales informaron de más ataques rusos contra objetivos en el este y el sur del país.

Especialmente preocupante fue el bombardeo de Nikopol, una ciudad situada al otro lado del río Dniéper desde Zaporizhzhia, la mayor central nuclear de Europa que está en manos del Ejército ruso desde marzo.

Nikopol fue bombardeada en cinco ocasiones durante la noche, dijo en Telegram el gobernador regional Valentyn Reznichenko, quien agregó que 25 proyectiles de artillería impactaron en la ciudad, provocando un incendio en una instalación industrial.

Los combates en las proximidades de Zaporizhzhia y el ataque con misiles del sábado a la ciudad de Voznesensk, en el sur de Ucrania, que no está lejos de la segunda planta atómica del país, han hecho temer un accidente nuclear.

Las autoridades locales también informaron de ataques con misiles durante la noche en la región de Odessa, donde se encuentran los puertos del mar Negro que son fundamentales para un plan negociado por la ONU para ayudar a que las exportaciones agrícolas ucranianas vuelvan a llegar a los mercados mundiales.

(Con información de Reuters)

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