Serbia y Kosovo retomaron el diálogo en Bruselas pero no lograron avances para rebajar las tensiones en los Balcanes

Con la mediación de la Unión Europea, los mandatarios de ambos países mantuvieron un cara a cara por primera vez en un año

Guardar

Nuevo

El jefe de la Oficina del Gobierno serbio para Kosovo, Petar Petkovic, habla con los medios de comunicación en Bruselas (REUTERS/ Johanna Geron)
El jefe de la Oficina del Gobierno serbio para Kosovo, Petar Petkovic, habla con los medios de comunicación en Bruselas (REUTERS/ Johanna Geron)

El presidente serbio, Aleksandar Vucic, y el primer ministro kosovar, Albin Kurti, retomaron este jueves el diálogo facilitado por la Unión Europea (UE) para normalizar su relación, en un encuentro que no ha servido para desbloquear la disputa sobre las matrículas y la documentación que expiden las autoridades kosovares, principal causante de la tensión este verano en el norte de Kosovo.

“Desafortunadamente no hemos llegado a un acuerdo hoy. Lo siento. Pero no es el final de la historia. Ambos líderes han acordado que el proceso debe seguir y la discusión se retomará los próximos días”, anunció el Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, en rueda de prensa tras el encuentro en el que ha ejercido de facilitador entre Belgrado y Pristina.

En todo caso, el jefe de la diplomacia comunitaria afirmó que “no tira la toalla” y expresó su empeño en seguir discutiendo para encontrar una solución “inteligente” a la situación, al señalar que “hay plazo” hasta el 1 de septiembre, cuando la polémica ley kosovar volverá a entrar en vigor.

Fuentes europeas confirmaron a la agencia Europa Press que las conversaciones entre Vucic y Kurti continuarán los próximos días en Bruselas con la mediación de Miroslav Lajcak, el enviado especial de la UE para el Diálogo entre Belgrado y Pristina.

La cita venía marcada por los bloqueos de pasos fronterizos de la comunidad serbia en protesta por la aplicación de una ley -ya pospuesta por un mes- por la cual las personas provenientes de Serbia que entrasen en Kosovo debían entregar sus documentos de identidad, que serían reemplazados por otros emitidos en Pristina.

Miembros de las fuerzas de paz de la KFOR patrullan la zona cercana al paso fronterizo entre Kosovo y Serbia en Jarinje, Kosovo (REUTERS/Laura Hasani)
Miembros de las fuerzas de paz de la KFOR patrullan la zona cercana al paso fronterizo entre Kosovo y Serbia en Jarinje, Kosovo (REUTERS/Laura Hasani)

Según reconoció Borrell, el encuentro de este jueves no era una reunión más en el marco del diálogo entre Belgrado y Pristina facilitado por la UE, pues llega en un “momento dramático y peligroso para Europa”, en plena guerra en Ucrania, y transmitió a Vucic y Kurti que son responsables de aliviar la crisis, tras afirmar que “no es momento de aumentar las tensiones, sino de encontrar soluciones y resolver problemas enquistados”.

“Ciertamente hay diferencias entre ellos sobre cuál será el estado final de las relaciones entre Kosovo y Serbia, pero han acordado continuar el diálogo de manera regular para acelerar la normalización”, apuntó Borrell.

Este ha sido el primer cara a cara entre Vucic y Kurti en Bruselas en más de un año, pese a que la Unión Europea percibe la normalización de relaciones entre Serbia y su antigua provincia como un elemento clave para el ingreso en el bloque comunitario de ambos y para forjar una estabilidad política y económica a largo plazo en toda la región de los Balcanes.

Aleksandar Vucic, presidente de Serbia, y Albin Kurti, primer ministro de Kosovo
Aleksandar Vucic, presidente de Serbia, y Albin Kurti, primer ministro de Kosovo

En este sentido, el Alto Representante recalcó que la senda europea de Belgrado y Pristina debe ser el objetivo último de ambos líderes. Para eso, “tienen que encontrar una forma de avanzar en el camino” y “el primer paso es resolver la situación actual”, afirmó en relación a la crisis de las matrículas.

Las conversaciones entre serbios y kosovares en Bruselas vivió distintas fases sin llegar a ningún acuerdo de calado desde que arrancaran hace ya más de una década. En este periodo se han vivido lapsos de hasta año y medio sin encuentros ante la incertidumbre política en la región.

Las fricciones pusieron en alerta a la Unión Europea, Estados Unidos y la OTAN, que ha reiterado que su misión de mantenimiento de la paz en Kosovo hará “lo que haga falta” para evitar una escalada del conflicto.

El principal objetivo de esta fuerza multinacional, compuesta por más de 3.700 militares de 27 países aliados y socios, es mantener un entorno seguro y garantizar la libertad de movimiento de todas las comunidades que viven en Kosovo.

Josep Borrell transmitió al presidente serbio, Aleksandar Vucic, y al primer ministro kosovar, Albin Kurti, que son responsables de aliviar la crisis entre sus países (REUTERS/ Johanna Geron REFILE)
Josep Borrell transmitió al presidente serbio, Aleksandar Vucic, y al primer ministro kosovar, Albin Kurti, que son responsables de aliviar la crisis entre sus países (REUTERS/ Johanna Geron REFILE)

Tanto la OTAN como Bruselas han advertido también a Kurti y Vucic sobre los peligros de una retórica incendiaria, después de que el presidente serbio haya acusado a su homólogo kosovar de estar preparando la matanza de serbios del norte de su país y el primer ministro de Kosovo haya evocado la posibilidad de que Serbia le declare la guerra.

En la tarde del miércoles, Vucic y Kurti se entrevistaron por separado con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, quien reiteró la disposición de la misión aliada para contribuir a rebajar la tensión y remitió a los líderes al diálogo con Borrell para resolver sus diferencias.

Kosovo, autoproclamada independiente en 2008, ha sido reconocida como tal por EEUU. y la mayoría de los socios de la UE, aunque no por Rusia, China, India, Brasil o España.

(Con información de Europa Press y EFE)

Seguir leyendo:

Guardar

Nuevo

Últimas Noticias