Elecciones en Italia: la ultraderecha apunta a forzar una reforma constitucional para concentrar el poder del próximo gobierno

La oposición teme una deriva ultranacionalista al estilo del polémico liderazgo del húngaro, Viktor Orban, un amigo de Vladimir Putin. Los comicios serán el 25 de septiembre

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Los líderes de los partidos italianos de extrema derecha la Liga y Hermanos de Italia, Matteo Salvino (irzquierda) y Gergia Meloni (centro), junto al ex primer ministro del país y líder del derechista Forza Italia, Silvio Berlusconi (Reuters)
Los líderes de los partidos italianos de extrema derecha la Liga y Hermanos de Italia, Matteo Salvino (irzquierda) y Gergia Meloni (centro), junto al ex primer ministro del país y líder del derechista Forza Italia, Silvio Berlusconi (Reuters)

Una maniobra para forzar un gobierno que concentre el poder en una persona. Una reforma constitucional que podría ser una deriva a un régimen ultranacionalista. Giorgia Meloni, que encabeza la coalición que reúne a la Liga de Matteo Salvini, Forza Italia de Silvio Berlusconi, podria imitar al líder nacionalista, Viktor Orban, que ha hecho girar a Hungría hacia un gobierno autoritario, ultraconservador y anti inmigración que cuestiona abiertamente los valores fundamentales del bloque europeo.

Hermanos de Italia (Fratelli d’Italia), el partido de Meloni, apostaría por una reforma de la carta magna que haría que el presidente italiano logre un poder mas importante, atribuciones que le darían un papel mucho más relevante del que tiene hasta ahora.

Esta hoja de ruta, con sesgo autoritario, ha movilizado un acuerdo entre el Partido Demócrata, Acción y Più Europa que intentarán competir con chances en las próximas elecciones en Italia. Una alternativa que atraiga a quienes consideran inevitable la victoria de una derecha tambien vinculada con el presidente Vladimir Putin.

La oposición ha señalado que la líder del partido de extrema derecha hace gala de su cercanía con Viktor Orbán y sigue abogando por la soberanía absoluta. La preocupación ha pasado las fronteras. El temor hizo que Meloni haya publicado un vídeo la semana pasada en francés, español e inglés para tranquilizar sobre sus intenciones.

“La prensa extranjera me describe como un peligro para la democracia, para la estabilidad italiana, europea e internacional”, dijo la socia de Salvini y Berlusconi. “Un absurdo”, sentenció Meloni.

También algunas pistas las dio el propio Berlusconi, quien expresó que “con la reforma constitucional, Sergio Mattarella debería renunciar”. El “cavaliere” nunca ha ocultado su deseo de convertirse en jefe de Estado y sus opositores temen que una derecha triunfante asuma todos los poderes.

“Por Italia”, el programa de 15 puntos presentado por los partidos de derecha y centro, que apuestan por Meloni, han presentado sus ejes para un eventual gobierno si logran ganar las elecciones legislativas del próximo 25 de septiembre. La candidata de ultraderecha justifica los cambias en la “defensa de la patria”, con necesidades de concentrar poderes y atribuciones para controlar los flujos migratorios, una reforma de pactos con la Unión Europea.

Giorgia Meloni, la líder de ultraderecha (Reuters)
Giorgia Meloni, la líder de ultraderecha (Reuters)

“Nuestro programa está centrado en el interés nacional y la patria, el crecimiento económico y la defensa del poder adquisitivo de las familias”, precisar los líderes en el documento conjunto.

Las estimaciones de las encuestadoras adelantan un triunfo de la alianza de derecha, que obtendría los dos tercios suficientes que permitirían abrir la puerta a una reforma para moldear las instituciones de ese pais.

Mientras la coalición de derecha invoca el modelo francés o estadounidense con elección directa del Presidente de la República, que de esa manera presida el Consejo de Ministros, la oposición adelanta un giro hacia modelos de concentración de poder como el húngaro. Viktor Orban moldeó las instituciones de la república a su medida, algo que incluso está en fricción con los valores que representan a la Unión Europea.

Para Meloni este cambio seria la solucion para Italia. “El presidencialismo hará que el gobierno de la Nación sea más fuerte, estable y mucho más competitivo”, ha insistido.

La oposición tambien toma nota de su simpatía por Benito Mussolini. El riesgo de un retorno al fascino que debilitaría la democracia. “No es el peligro de un regreso a la dictadura sino el del advenimiento de una democracia como la de su amigo y modelo Viktor Orbán”, ataca Enrico Letta, líder del Partido Demócrata, de la nueva unión centro-izquierda.

Otros rasgos se suman. Su pretensión de alejarse del gobierno europeo de Bruselas. La “soberanista” esgrime la necesidad de lograr una “revisión” de las normas de la UE sobre gasto público y gobernanza económica. Su cuestionamiento a los “euro burócratas” se expresa a pesar de que Italia sea una gran beneficiada del plan de recuperación del bloque por la crisis del coronavirus. Sin embargo, avisa que, en el caso de ganar, los acuerdos serán renegociados “condiciones, necesidades y prioridades”.

Su relato anti inmigrantes, su valores ultraconservadores, su negacionismo sobre el cambio climático y su promesa de bajar impuestos a la clase media completan los ejes de un futuro gobierno, si el 25 de septiembre logra ganar.

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