Una ofensiva turca largamente anunciada sobre Kobane dejó un saldo de al menos 11 muertos, entre ellos civiles y niños, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. El saldo supera la información pevia divulgada por la agencia kurda ANHA y el diario Al Watan, que cifraba en cuatro a cinco las víctimas, entre ellas al menos un menor de edad.
Las tropas turcas y los combatientes del Kurdistán intercambiaron disparos este martes en la ciudad fronteriza, que se encuentra al norte de Siria. El conflicto se fue intensificando y se extendió a la provincia de Sanliurfa, en el lado turco de la frontera a unos 25 kilómetros al oeste de Kobane. Un soldado turco murió y cuatro resultaron heridos en un ataque con mortero en un puesto fronterizo militar, según explico el Ministerio de Defensa de Turquía.
Las salvas de artillería en Kobane impactaron dentro de la ciudad y sus alrededores, comenzando durante la noche e intensificándose a lo largo del día, según los residentes y la administración local semiautónoma que gobierna la ciudad. La administración dijo en un comunicado en línea que al menos un niño murió debido al bombardeo y que varias otras personas resultaron heridas. Ankara considera que el sistema semiautónomo, que está encabezado por facciones kurdas y gobierna franjas del norte y el este de Siria, es una amenaza para la seguridad nacional en su frontera.
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, prometió una nueva incursión para crear una zona segura de 30 kilómetros en el norte de Siria, dentro de esta zona segura se encuentra Kobane junto a otras ciudades en poder de las Fuerzas Democráticas Sirias respaldadas por Estados Unidos.
Tras el ataque con morteros en la región de Sanliurfa, las fuerzas turcas realizaron disparos de represalia contra objetivos en la región, dijo el Ministerio de Defensa de Ankara en un comunicado. “Según la información inicial en la región, 13 terroristas fueron neutralizados. Las operaciones en la región continúan”, dijo. “Neutralizado” generalmente significa asesinado, pero también podría significar herido o capturado.
Un funcionario turco comentó que la milicia kurda YPG, es una fuerza clave dentro de las SDF, que había llevado a cabo el ataque con morteros. Ankara considera a las YPG un grupo terrorista.
Kobane ha estado relativamente tranquila desde que los combatientes kurdos respaldados por Estados Unidos expulsaron a los militantes del Estado Islámico de la ciudad en 2015. Pero los bombardeos y los ataques con aviones no tripulados han aumentado recientemente en muchas ciudades fronterizas. Al menos tres comandantes kurdos murieron el mes pasado en ataques que las SDF atribuyeron a Ankara.
Dilvin, comerciante y madre casada de un hijo, dijo que el caos estalló en Kobane cuando los bombardeos se intensificaron el martes. “La gente empezó a correr por todas partes, los coches por todas partes, la gente preguntaba por sus amigos y su familia. Entonces los estruendos empezaron a aumentar, los sonidos estaban por todas partes”, dijo a Reuters por teléfono desde Kobane.
“Había tantos gritos. Tanto miedo. Ahora todos están encerrados en sus casas”, dijo Dilvin, quien prefirió identificarse solo con su nombre por razones de seguridad.
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