Rusia clamó este sábado victoria en la localidad ucraniana de Pesky, en la región oriental de Donetsk, lo que fue negado por el mando militar de Kiev, que informó de “feroces combates” en la zona, al tiempo que persisten los temores por la seguridad de la central nuclear de Zaporizhzhia.
“A consecuencia de acciones ofensivas de las tropas aliadas fue completamente liberado el poblado de Pesky en la república popular de Donetsk”, dijo el portavoz militar ruso, Ígor Konashénkov.
Los militares ucranianos rechazaron la versión rusa y aseguraron que el “agresor trata de romper” su línea de defensa en dirección a Pesky, pero continúan “combates feroces” allí y en localidades cercanas.
Pesky, a pocos kilómetros de la ciudad de Donetsk, controlada por los prorrusos, es uno de los principales campos de batalla entre las fuerzas rusas y ucranianas durante más de una semana.
Para los rusos la toma de Pesky, donde según datos de 2019 vivían tan solo nueve personas, permitiría continuar la ofensiva en dirección norte hasta Avdiivka y noroeste.
Ucrania también aseguró haber derribado en las últimas horas un avión ruso Su-25 y cuatro drones enemigos del modelo Orlan-10 en el este del país.
Según el Estado Mayor ucraniano, Moscú ha perdido 233 aviones y 779 drones desde el pasado febrero.
Rusia, por su parte, asegura que desde el inicio de la campaña militar en Ucrania ha destruido 267 aeronaves y 1.736 drones del adversario.
La central nuclear nuevamente bajo fuego
Paralelamente a los combates en el Donbás, Rusia y Ucrania se volvieron a acusar este sábado de ataques a la central nuclear de Zaporizhzhia, convertida en el trofeo bélico más peligroso y explosivo de la contienda en Ucrania.
Según las autoridades prorrusas de Zaporizhzhia, región ucraniana controlada prácticamente en su totalidad por el Ejército ruso, las fuerzas de Kiev volvieron a atacar este sábado la mayor planta atómica de Europa.
“Energodar y la planta atómica de Zaporizhzhia vuelven a estar bajo fuego de los combatientes de (el presidente de Ucrania, Volodimir) Zelensky”, declaró Vladímir Rógov, portavoz de la administración prorrusa de Zaporizhzhia, en su canal de Telegram.
Este viernes, Rógov ya había denunciado un ataque ucraniano con armamento pesado contra la central nuclear de Zaporizhzhia, la mayor de Europa, que dañó la línea de alto voltaje de la subestación de la planta.
Los prorrusos también denunciaron hoy que debido a los ataques de Ucrania se ven obligados a apagar una de las turbinas de la planta hidroeléctrica de Kajóvskaya, en la región sureña de Jersón, limítrofe con Zaporiyia, lo que puede tener graves consecuencias para el funcionamiento de la planta nuclear.
Mientras, la corporación atómica ucraniana, Energoatom, acusó a las tropas rusas de atacar la central y difundió una entrevista con un operario de la planta atómica en la que este compara la situación con la catástrofe de Fukushima y lamenta que la comunidad internacional se limite a manifestar su “profunda preocupación” con lo que ocurre en la planta.
Desde hace días ambos bandos se acusan de atacar la planta, lo que ha desatado la alarma del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) y la ONU, que llamó a cesar cualquier actividad en torno a la central nuclear para evitar un “desastre”.
Según Mykhailo Podolyak, asesor presidencial ucraniano, Rusia ataca aquella parte de la central que abastece de electricidad el sur de Ucrania. “Su objetivo es desconectarnos de la planta y acusar de ello a las tropas ucranianas”, escribió Podolyak en Twitter.
Ucrania defiende las sanciones contra los rusos
En el plano político, las autoridades ucranianas agradecieron a los países europeos que apoyaron su iniciativa sobre la prohibición de los viajes a Europa para los rusos, pero señalaron que la medida no debe afectar a los solicitantes de asilo.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelensky, dijo al respecto que respalda la concesión de refugio a aquellos rusos que son perseguidos en su país, pero insiste en que Europa debe cerrar sus puertas a los turistas de Rusia.
“Solo a aquellos que luchan y son perseguidos. Eso no se refiere a los que van de turismo, ocio y negocios a Europa”, dijo el mandatario ucraniano en su último discurso.
Esta semana, la Unión Europea se comprometió a estudiar la posibilidad de restringir o prohibir la emisión de visados a turistas rusos a petición de Zelensky y de los países bálticos.
Moscú condenó esta iniciativa y confió en que el sentido común no permita que la medida prospere.
También la oposición rusa se mostró contraria a los intentos de restringir los viajes de los ciudadanos rusos fuera del país al señalar que, para solicitar el asilo en otro país, los rusos primero tendrían que cruzar la frontera y llegar a su destino, algo que no podrá ocurrir si la propuesta de Kiev se ejecuta en la práctica.
Mientras, expertos militares confirmaron los temores de que el conflicto se puede alargar en el tiempo más allá de 2022.
“Es probable que ni Rusia ni Ucrania logren resultados militares decisivos este año”, dijo a la BBC el jefe de la inteligencia militar británica, el teniente general Jim Hawkenhull.
Con información de EFE
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