El G7 denunció que Rusia pone en peligro a la región con la militarización de la central nuclear de Zaporizhzhia

El grupo urgió a Moscú a devolver a Ucrania el control de la planta más grande de Europa ante la “grave amenaza” que representa el ejército ruso

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Un soldado ruso cerca de la planta nuclear de Zaporizhzhia (REUTERS/Alexander Ermochenko/archivo)
Un soldado ruso cerca de la planta nuclear de Zaporizhzhia (REUTERS/Alexander Ermochenko/archivo)

El G7 de las mayores economías avanzadas condenó este miércoles la ocupación rusa de la planta nuclear de Zaporizhzhia, y urgió a Moscú a devolver su control total a Ucrania.

“Exigimos que Rusia devuelva inmediatamente a su propietario soberano legítimo, Ucrania, el control total de la planta de energía nuclear de Zaporizhzhia”, escribió el G7 en un comunicado emitido por Alemania, que ocupa la presidencia.

El grupo se dijo “profundamente preocupado por la grave amenaza” que representa el ejército ruso para “la seguridad” de las instalaciones nucleares ucranianas.

El personal ucraniano de la planta “debe poder realizar sus tareas sin amenazas o presión. El continuo control ruso de la planta pone en peligro a la región”, señalaron los ministros de Relaciones Exteriores de los países integrantes del grupo.

La central de Zaporizhzhia, la planta nuclear más grande de Europa, dispone de seis de los 15 reactores ucranianos, capaces de suministrar energía para cuatro millones de hogares.

Ucrania acusó a las fuerzas rusas el 5 de agosto de los bombardeos cercanos a un reactor, y Rusia respondió considerando que fueron lanzados por Ucrania.

Vista de los reactores de la planta de Zaporizhzhia (REUTERS/Alexander Ermochenko)
Vista de los reactores de la planta de Zaporizhzhia (REUTERS/Alexander Ermochenko)

Las fuerzas rusas que la tienen ocupada desde marzo preparan su conexión con la península de Crimea, anexada por Moscú desde 2014, según el operador ucraniano Energoatam.

Tras los combates, Energoatom afirmó que tendría que desactivar otro reactor por el daño causado a una línea de alta tensión que proveía de electricidad a dos regiones ucranianas.

Además, se está reparando otro reactor, por lo que entonces solo quedarían dos funcionando.

“Los militares rusos presentes en la central nuclear de Zaporizhzhia ponen en marcha el programa de Rosatom (el operador ruso, ndlr) para conectar la central a la red eléctrica de Crimea”, afirmó el presidente de Energoatom, Petro Kotin, a la televisión ucraniana.

El organismo también afirma que Rusia almacenó decenas de elementos de equipamiento militar y munición en la sala de control del primer reactor, aunque agregó que sigue en contacto con la planta y recibiendo datos para monitorizar la radiación de la planta.

Rusia almacenó decenas de elementos de equipamiento militar y munición en la sala de control del primer reactor (AP Photo, archivo)
Rusia almacenó decenas de elementos de equipamiento militar y munición en la sala de control del primer reactor (AP Photo, archivo)

El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, aseguró que Moscú usa Zaporizhzhia como “una base militar desde donde disparar a los ucranianos, sabiendo que no pueden, ni quieren, responder”.

Con base en las informaciones suministradas por Ucrania, expertos del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) estimaron que los bombardeos del fin de semana pasado “no constituían una amenaza inmediata para la seguridad nuclear”, según el director general Rafael Grossi.

En un comunicado actualizado el miércoles, reiteró la necesidad de que una misión de expertos del OIEA visitara la central lo antes posible.

El OIEA no ha podido visitar la instalación desde que comenzó el conflicto hace más de cinco meses.

La agencia nuclear ucraniana afirmó el lunes que no había habido cambios en los niveles de radiación.

(Con información de AFP)

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