Las autoridades ucranianas denunciaron este sábado un nuevo ataque ruso ocurrido a lo largo de la noche en las inmediaciones de la central nuclear de Zaporizhzhia que ha alcanzado una carretera usada para el transporte de hidrógeno y las líneas eléctricas de la instalación, cuyos operadores se han visto obligados a desviar parte de su suministro eléctrico.
Según el administrador ucraniano de la región, Oleksandr Staruj, la carretera alcanzada se incendió y el daño causado a las líneas eléctricas forzó la desconexión “de la cuarta unidad de potencia del sistema de energía”.
La energía suministrada por la unidad ha sido sustituida por un generador de reserva, según ha hecho saber Staruj en su cuenta de Telegram, en un mensaje recogido por el canal ucraniano 24Tv.
El administrador recuerda que la central fue escenario el viernes de tres ataques rusos con lanzacohetes Tenga que dañaron algunas unidades de potencia en las que se encuentra el reactor nuclear.
Como ya ocurriera ayer, Staruj denunció que los representantes de la agencia nuclear rusa Rosatom que se encuentran en el lugar “abandonaron rápidamente la central antes del ataque”.
El Ejército ruso tomó a principios de marzo las instalaciones de la central nuclear, una de las más grandes de Europa, y que en los primeros compases de la guerra ya fue escenario de intensos enfrentamientos.
Rusia, por contra, acusa al Ejército ucraniano de lanzar estos ataques, tal y como denunció el viernes el representante adjunto permanente de Rusia ante la ONU, Dmitri Polianski.
Moscú acusa a Ucrania concretamente de haber disparado el viernes una veintena 20 proyectiles de 152 mm contra la central y la cercana ciudad de Energodar. Estos ataques, según Moscú, provocaron un incendio en una estación de hidrógeno, pero el fuego pudo ser controlado por los servicios de Emergencia.
Como resultado del bombardeo en Energodar, según Rusia, hay una falta parcial de electricidad y suministro de agua, y la energía generada por la planta se ha reducido sustancialmente.
“Hemos enviado información detallada sobre esta atroz provocación al secretario general de la ONU”, hizo saber el diplomático en su cuenta de Twitter.
“Es hora de que la ONU llame a las cosas por su nombre”, afirmó.
El ministro de Asuntos Exteriores ucraniano, Dimitro Kuleba, advirtió este viernes que entre los principales objetivos de Rusia está el frenar el suministro de armamento a Ucrania por parte de sus aliados occidentales.
Según ha señalado el máximo representante de la diplomacia ucraniana en su perfil de la red social Twitter, “Rusia sabe que su agresión va a fracasar a lo grande con el suministro continuo de armas a Ucrania”, por lo que su objetivo ahora es evitarlos.
“La tarea número uno de Rusia es detenerlos, ya sea mediante ataques con misiles a centros logísticos, o mediante la desinformación sobre el presunto uso indebido de armas en Ucrania”, advirtió el ministro ucraniano.
(Con información de Europa Press)
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