El número de contagios de coronavirus en Rusia creció en la última jornada en 19.974 casos, casi 1.500 más que la víspera, con lo que el indicador asciende a los niveles de marzo pasado, según informaron hoy las autoridades sanitarias rusas.
Se trata de un incremento del indicador en un 12,3% en las últimas 24 horas, durante las cuales fueron hospitalizados 2.141 pacientes.
Se observó un crecimiento del número de ingresos en 41 regiones rusas, mientras que en 40 se observó una reducción y solo en 4 no hubo cambios.
En la última jornada fallecieron 46 enfermos, uno menos que la víspera.
Este martes el organismo ruso encargado de la protección del consumidor, Rospotrebnadzor, recomendó a los grupos vulnerables el uso de mascarillas en lugares públicos a fin de evitar un posible contagio de COVID-19, en el marco de un incremento de casos de las subvariantes de la cepa Ómicron.
Rospotrebnadzor informó que en la última semana se detectaron más de 73.000 casos del nuevo coronavirus, mientras que el indicador de contagios aumentó un 67,6%.
Durante las últimas dos semanas, según el regulador ruso, los contagios con la variante original de Ómicron constituyeron sólo el 0.83% del total, mientras que la variante BA.2 abarca el 16,4% y la BA.4-BA.5, el 82.58%.
Sin embargo, solo se han observado contagios aislados con las subvariantes Delta y Centauro.
COVID prolongado: 1 de cada 8 personas padece los síntomas, según un nuevo estudio en The Lancet
Se sabe que tener el COVID-19 puede dejar secuelas posteriores. Algunas duran unas semanas. Otras más de un año. Pero cuántas personas realmente tienen el COVID Prolongado o COVID de larga duración aún está en estudio. Un nuevo trabajo realizado en los Países Bajos y publicado en la prestigiosa revista The Lancet reveló que uno de cada ocho adultos (12,7%) infectados por el COVID-19 experimenta síntomas a largo plazo.
El estudio fue realizado por investigadores de la Universidad de Groningen y del Centro Médico de la Universidad de Radboud, en los Países Bajos. Aportó una de las primeras comparaciones de los síntomas a largo plazo tras la infección por el coronavirus con los síntomas en una población no infectada. También midió los síntomas en individuos tanto antes como después de la infección por COVID-19.
La inclusión de poblaciones no infectadas permite una predicción más precisa de la prevalencia de los síntomas del COVID-19 a largo plazo, así como una mejor identificación de los síntomas principales del COVID Prolongado. “Hay una necesidad urgente de datos que informen sobre la escala y el alcance de los síntomas a largo plazo que experimentan algunos pacientes tras la enfermedad por COVID-19″, afirmó la profesora Judith Rosmalen, de la Universidad de Groningen, autora principal del estudio.
“Sin embargo, la mayoría de las investigaciones anteriores sobre el COVID prolongada no han analizado la frecuencia de estos síntomas en personas que no han sido diagnosticadas de COVID-19 ni han analizado los síntomas individuales de los pacientes antes del diagnóstico de COVID-19″, advirtió.
La doctora Rosmalen agregó: “El enfoque de nuestro estudio examina los síntomas más frecuentemente asociados al COVID Prolongado, incluidos los problemas respiratorios, la fatiga y la pérdida del gusto y/o el olfato, tanto antes del diagnóstico del COVID-19 como en personas que no han sido diagnosticadas de la misma. Este método nos permite tener en cuenta los síntomas preexistentes y los síntomas en personas no infectadas para ofrecer una definición de trabajo mejorada para el COVID-19 Prolongado y proporcionar una estimación fiable de la probabilidad de que ese síndrome se produzca en la población general”.
(Con información de EFE)
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