Un equipo ruso contrató a personas de la calle para que publicaran comentarios en Internet y dar la impresión de que la invasión a Ucrania por parte de las fuerzas de Vladimir Putin contaba con apoyo popular, denunció este jueves la empresa tecnológica Meta.
Internet ha sido uno de los frentes de guerra donde Rusia ha tratado de acallar las críticas y promover la narrativa de apoyo a la invasión.
Una “granja de trolls” dirigió la campaña de desinformación, según Meta. Algunos de los involucrados en la operación estaban asociados con la Agencia de Investigación de Internet (IRA, por sus siglas en inglés), un grupo ruso vinculado a la intromisión electoral en Estados Unidos y otros países desde 2016, explicó Meta.
Las autoridades estadounidenses ofrecen una recompensa de 10 millones de dólares por información sobre la injerencia del IRA en las elecciones.
La operación contrataba a casi cualquier persona para participar del engaño en línea, una táctica parecida a la que usó el IRA años atrás en otras campañas, comentó a la agencia AFP el jefe de inteligencia de amenazas globales de Meta, Ben Nimmo.
Según la investigación de la empresa, los trolls trabajaban siete días a la semana por unos 440 dólares al mes y comentaban publicaciones en Instagram, Facebook, TikTok, Twitter, YouTube, LinkedIn, VKontakte y Odnoklassniki.
La firma dijo que se retiraron 1.037 cuentas de Instagram y 45 de Facebook implicadas en la campaña.
Por su parte, la inteligencia norteamericana cree que Rusia está inventándose pruebas para atribuir a Ucrania el ataque perpetrado la semana pasada contra una cárcel en la autoproclamada República Popular de Donetsk, en el que murieron medio centenar de prisioneros ucranianos.
Según dijo a la agencia EFE un funcionario estadounidense, la inteligencia del país determinó que Rusia está “falsificando pruebas” para atribuir a Ucrania el ataque de la cárcel, ubicada en la localidad de Yelenovka (también conocida como Olenivka, en ucraniano).
Estados Unidos incluso tiene “motivos” para creer que Rusia puede ir tan lejos como para presentar el escenario de una forma que parezca que los misiles Himars, suministrados por Washington a las Fuerzas Armadas ucranianas, son los culpables del ataque a la prisión.
Según la citada fuente, Rusia tiene previsto terminar todos esos preparativos antes de que puedan acceder al lugar de los hechos periodistas o investigadores.
Estados Unidos hizo públicas esas acusaciones contra Rusia después de que el miércoles la ONU anunciara una misión especial para investigar el ataque contra la cárcel.
Ese ataque ha sido objeto de acusaciones cruzadas: Rusia acusa a Ucrania y Estados Unidos al asegurar que el ataque fue perpetrado con misiles Himars, mientras que Ucrania niega rotundamente estar detrás del bombardeo que acabó con la vida de sus propios hombres y apunta a mercenarios de la compañía militar privada rusa Wagner.
Rusia ha confirmado la muerte de 50 de los 193 prisioneros ucranianos que se encontraban en la penitenciaría, entre los que pueden figurar miembros del batallón Azov, considerados “nazis” por las autoridades rusas y héroes por los ucranianos por su resistencia a las fuerzas rusas en la acería de la ciudad de Mariúpol.
Con información de AFP y EFE
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