Naciones Unidas dijo que las partes beligerantes de Yemen acordaron el martes renovar una tregua existente por otros dos meses después de esfuerzos internacionales concertados. El cese al fuego que ya tiene cuatro meses ha sido el armisticio nacional más larga en los combates desde que comenzó la guerra en el país más pobre del mundo árabe hace casi ocho años.
En ese sentido, el presidente Joe Biden celebró la extensión de la tregua y “un período de calma sin precedentes” en Yemen, dijo el martes la Casa Blanca.
Por suparte, la Unión Europea mostró este martes su satisfacción por la continuación de la tregua e instó a las partes en conflicto a mantener su compromiso con ella, indicó un portavoz del alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell.
“La Unión Europea acoge con satisfacción el anuncio del enviado especial de las Naciones Unidas para Yemen, Hans Grundberg, de que las partes han acordado una nueva prórroga de la tregua en Yemen hasta el 2 de octubre”, señaló el portavoz.
Afirmó que, desde el pasado 2 de abril, la tregua mediada por el enviado especial de la ONU “ha proporcionado beneficios tangibles a los hombres, mujeres y niños yemeníes, marcando el período más largo de relativa calma en Yemen en más de siete años”.
“La Unión Europea insta a las partes a mantener su compromiso con la tregua y a seguir trabajando con urgencia para la plena aplicación de todos sus elementos”, indicó, y añadió que la apertura de las carreteras a Taiz y en otras gobernaciones asediadas por los insurgentes sigue siendo una “prioridad”.
La UE también elogió a las partes enfrentadas por haber logrado prolongar la tregua dos meses, lo que consideró “una decisión que requería un liderazgo responsable y la voluntad de hacer lo que es mejor para el pueblo yemení”.
Sin embargo, recalcó que las partes “deben tomar medidas adicionales para aprovechar todo el potencial de la tregua”. “Es primordial que continúen comprometiéndose de forma constructiva con la propuesta de Grundberg de un acuerdo de tregua ampliado”, apuntó.
Recordó que ese pacto aborda “cuestiones prioritarias” como la apertura de carreteras, el pago de los salarios de los funcionarios y de las pensiones de los civiles, los destinos adicionales hacia y desde el aeropuerto de la capital yemení, Saná, o el suministro eficiente y regular de combustible al puerto de Hudaydah.
“Las partes también deben trabajar para reanudar un proceso político dirigido por los yemeníes bajo los auspicios de la ONU”, concluyó.
Durante la tregua se puso fin a los bombardeos de la aviación saudí contra posiciones hutíes, se levantó el bloqueo petrolero de los puertos controlados por los insurgentes y se permitieron por primera vez en casi seis años vuelos comerciales en el aeropuerto internacional de Saná, también bajo su control.
Por el contrario, se ha acusado a los rebeldes de no haber cumplido con su principal compromiso, el desbloqueo de los accesos a Taiz.
La tregua, que entró vigor en abril y se renovó por otros dos meses en junio, ha supuesto el alivio más largo para un país en guerra desde que en 2014 los hutíes ocuparon amplios territorios del país, incluida la capital, y un año después intervino una coalición militar encabezada por Arabia Saudí en apoyo del Gobierno reconocido internacionalmente, agravando el conflicto.
Este conflicto es considerado por la ONU como la mayor catástrofe humanitaria del planeta, con el 80 % de su población necesitada de algún tipo de asistencia.
(Con información de AP, AFP y EFE)
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