La policía española investiga varios casos de pinchazos a mujeres en discotecas o fiestas, unos misteriosos ataques que no dejaron huellas toxicológicas ni derivaron en otros delitos, pero que están disparando la preocupación entre los jóvenes, como ya ocurrió en otros países europeos.
En Cataluña, los agentes investigan 23 casos, la mayoría de ellos en la turística localidad de Lloret de Mar y unos también en Barcelona.
La policía del País Vasco, por su parte, ha recibido 12 denuncias en las últimas dos semanas, mientras que la ola de notificaciones, tanto ante las autoridades como en las redes sociales, va extendiéndose por el país.
Las circunstancias generalmente se repiten: las víctimas, en su gran mayoría mujeres jóvenes, se encuentran en un lugar de ocio nocturno cuando sienten un pinchazo, normalmente en el brazo o la pierna, y poco después comienzan a padecer mareos o somnolencia, según un comunicado de la policía vasca.
La investigación no ha registrado denuncias de ninguna agresión sexual posterior, como suele ocurrir en los intentos de sumisión química.
Aunque este tipo de agresiones se asocia con la burundanga, y otras sustancias como el GHB y el Flunitrazepam, estas solo forman parte del 3% de los casos, y es el alcohol, una sustancia al alcance de todos, la que mayor incidencia tiene.
Tampoco, por ahora, se ha notificado ningún robo o crimen relacionado.
Sin indicios todavía sobre la motivación de los ataques, la policía mantiene todas las líneas de investigación abiertas y pide a quienes piensen haber sido pinchados que acudan a un centro médico y reporten cuanto antes lo ocurrido.
Estos misteriosos ataques comenzaron a registrarse en Reino Unido en 2021 y saltaron después a Francia, donde decenas de casos similares crearon un clima de “psicosis” en los últimos meses.
El fenómeno llegó a España a comienzos de julio, cuando se notificaron, entre otras, ocho denuncias durante las famosas fiestas de San Fermín, en Pamplona (norte).
Pese a poner en marcha varios mecanismos de vigilancia y protocolos de atención a las víctimas, tanto autoridades como policía piden cautela para no generar alarmismo, mientras continúan las investigaciones.
La letrada penalista especializada en violencias sexuales Laia Serra manifestó a medios españoles que hay muchas “leyendas urbanas con la burundanga”, y remarcó la gran incidencia del alcohol en este tipo de agresiones.
Serra pide que, en el ámbito judicial, “haya más formación, más investigación, y menos tópicos y menos estereotipos”, ante la mirada de un sistema judicial que o bien considera difícil de demostrar estas agresiones o incluso señala a la víctima: “Si te has ido de fiesta, quien juega con fuego se quema”.
Con información de AFP y EFE
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