El Tribunal Supremo de Rusia declaró hoy organización terrorista al batallón ucraniano Azov, muchos de cuyos integrantes han sido apresados por las tropas rusas durante la actual campaña militar en Ucrania.
De esa forma, el Supremo satisfizo la petición de la Fiscalía, que logró también que se prohíban las actividades de Azov en territorio de este país.
En mayo pasado, cuando el Ejército ruso se hizo con el control del puerto de Mariúpol (mar de Azov), la Fiscalía rusa pidió proscribir Azov, cuyos hombres se atrincheraron durante semanas en la acería Azovstal.
Rusia, donde algunos diputados han pedido la pena de muerte para los miembros del batallón, a los que consideran “nazis”, ha trasladado a muchos de los prisioneros, incluido varios de sus mandos, a penitenciarías en la región rusa de Rostov.
Según los separatistas prorrusos, más de 500 efectivos de Azov y otros batallones armados ucranianos son sospechosos de crímenes de guerra.
El Comité de Instrucción de Rusia recaba desde hace meses los crímenes cometidos por Azov contra la población civil en Ucrania, especialmente en el Donbás.
Políticos rusos han pedido prohibir por ley el canje de esos prisioneros por soldados rusos en poder del Ejército ucraniano.
Según la prensa, entre los 50 prisioneros ucranianos muertos la semana pasada en el ataque contra una prisión prorrusa en Donetsk había efectivos de dicho batallón.
Azov fue creado en 2014 en Mariúpol después de la sublevación prorrusa en la región de Donetsk, tras lo que se integró en la Guardia Nacional ucraniana.
LOS CADÁVERES DE OLENIVKA
Las autoridades ucranianas afirmaron este domingo que Moscú todavía no ha respondido a su petición de devolver los cuerpos de los prisioneros de guerra que murieron el viernes en una explosión en territorio prorruso.
”De momento, no hay respuesta de Rusia”, declaró la viceprimera ministra ucraniana, Iryna Vereshchuk, en declaraciones citadas por la agencia Unian, en las que habló de un “crimen contra la humanidad” y una “terrible tragedia”.
Afirmó que tanto el Defensor del Pueblo como otras instituciones están realizando gestiones para traer de vuelta los cuerpos de los cautivos, muchos de ellos miembros del batallón Azov, activos en la defensa de la ciudad asediada de Mariúpol.
”Exigimos que Rusia sea reconocida como estado patrocinador del terrorismo”, remachó Vereshchuk, y agregó que Moscú constituye una amenaza contra la “civilización”.
Las autoridades prorrusas de la autoproclamada República Popular de Donetsk afirman que fue un misil ucraniano el que acabó con la vida de unos 50 prisioneros de guerra cautivos en la localidad de Olenivka (conocida en ruso como Yelenovka).
Kiev, por el contrario, afirma que las imágenes de satélite demuestran que la explosión fue causada desde el interior del edificio y ha pedido una misión de investigación del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y de Naciones Unidas.
(con información de EFE)
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