Un día después de la muerte de Ayman Al-Zawahiri, van surgiendo más detalles sobre la meticulosa operación que abatió al jefe de Al Qaeda.
El ataque involucró a un drone estadounidense, armado con dos misiles Hellfire guiados con precisión, que fueron lanzados a las 6:18 am del domingo, hora de Kabul, informó un alto funcionario estadounidense.
Zawahiri fue “asesinado en el balcón”, dijo el funcionario.
Los misiles usados en la operación parecen no haber sido Hellfires ordinarios, cuyos altos explosivos podrían haber destruido la casa. Las fotografías del edificio difundidas en las redes sociales muestran solo unas pocas ventanas en un piso voladas y el resto intacto.
De hecho, mientras estaba posicionado en su balcón en una casa en un distrito acomodado de Kabul, Ayman al-Zawahiri fue la única víctima de este ataque con drones “según múltiples fuentes de inteligencia” citadas por el mismo alto funcionario estadounidense. Ni un civil, ni los miembros de la familia del líder terrorista resultaron afectados, aunque vivían a pocos metros de distancia.
BOMBA NINJA
La dinámica del ataque apunta al uso probable de una versión no explosiva del Hellfire, el R9X. Se trata de un arma secreta que lleva 45 kg de metal reforzado en su punta, con seis cuchillas extensibles diseñadas para destruir el objetivo en el momento del impacto, sin provocar una explosión que podría resultar mortal para cualquiera que se encuentre cerca.
Estos misiles también son conocidos como Hellfire R9X “Flying Ginsu” (el Ginsu volador), en honor a un famoso comercial de televisión de la década de 1980 para los cuchillos de cocina de la marca Ginsu, que podían cortar limpiamente latas de aluminio y permanecían perfectamente afilados.
Los misiles, que nunca han sido reconocidos oficialmente por el Pentágono o la CIA, también son apodados “bombas ninja” por la precisión con la que esta arma golpea su objetivo sin causar daños colaterales y el uso de cuchillas.
Según una investigación del Wall Street Journal, el arma fue desarrollada bajo la administración de Obama porque los terroristas se estaban adaptando a los ataques aéreos estadounidenses, escondiéndose entre grupos de mujeres y niños para ponerse fuera de su alcance.
El arma entró en servicio desde 2011. Un misil con capacidades similares fue considerado como un “Plan B” para matar al líder de Al Qaeda, Osama bin Laden, en su recinto en Abbottabad, Pakistán, ese año, según varios de los funcionarios.
El misil es fabricado por Lockheed Martin y Northrop Gumman. No está claro cuántos misiles R9X tiene el Pentágono en su poder. El R9X no se menciona en las solicitudes de presupuesto de 2022 para la adquisición de misiles.
CÓMO FUNCIONA
El R9X es un sistema de armas inusual, y no solo porque usa seis cuchillas para destruir su objetivo.
Una vez que se ha identificado el objetivo, el R9X, al no tener una ojiva, no explota. El misil al impactar con su objetivo despliega seis cuchillas afiladas de su cuerpo cilíndrico, destruyendo efectivamente el objetivo designado sin dañar a las personas cercanas. A diferencia de los fragmentos generados por una explosión, la hoja tiene un despliegue máximo que varía según quién esté cerca del objetivo. Por lo tanto, también permitiría matar a un pasajero sin golpear al conductor dentro de un vehículo o viceversa.
Aunque está diseñado para reducir el radio fatal de una munición convencional, tiene un efecto profundamente traumático en los cuerpos de los objetivos.
OBJETIVOS DE ALTO PERFIL
En los últimos años, el Hellfire R9X se ha utilizado varias veces en diferentes ataques en Libia, Siria, Irak, Yemen y Somalia.
Según el New York Times, el Comando Conjunto de Operaciones Especiales ha confirmado el uso del R9X en dos ocasiones, en 2019 y 2020 (podría haber sido el arma que mató al general iraní, enemigo de EEUU, Qassem Soleimani, durante la administración Trump ). Pero, según los informes, se ha utilizado en casi una docena de otras ocasiones para eliminar objetivos específicos.
En febrero de 2017, Ahmad Hasan Abu Khayr al-Masri, un ciudadano egipcio que se desempeñó como el número 2 de Al Qaeda, fue asesinado en la provincia siria de Idlib por un R9X disparado por un avión estadounidense operado por la CIA, según el WSJ.
Una foto del automóvil del objetivo muestra un enorme agujero en el techo del vehículo, el interior destrozado, pero la parte delantera y trasera intactas.
En enero de 2019, Jamal al-Badawi, acusado de estar detrás del bombardeo del USS Cole en 2000 en un puerto yemení, matando a 17 marineros estadounidenses, fue asesinado por un R9X disparado por el Pentágono. El Pentágono reconoció el ataque, que ocurrió en Yemen, aunque no la munición específica involucrada.
Los Hellfire R9X también han han sido utilizados en los últimos años para abatir a Qassam al-Urduni y Bilal al-Sanaani, dos comandantes de la organización siria Tanzim Hurras ad-Din, vinculada a Al Qaeda. En los informes no se había observado ninguna explosión en 2017 cuando fallecieron, lo que ya arrojaba especulaciones sobre el uso de este misil discreto y letal.
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