La estrella del baloncesto estadounidense Brittney Griner volvió a la corte el martes para su juicio por posesión de cannabis en medio de los esfuerzos diplomáticos de Estados Unidos para asegurar su liberación.
Durante la audiencia, los fiscales llamaron a un experto estatal en narcóticos que analizó el cannabis encontrado en el equipaje de Griner. Su defensa presentó a un especialista que cuestionó el análisis, alegando que tenía fallas y no se ajustaba a las reglas oficiales.
Si es declarada culpable, la estrella de la Asociación Nacional de Baloncesto Femenino (WNBA) y dos veces medallista de oro olímpica podría enfrentar 10 años de prisión. A medida que avanzaba su juicio, la administración de Biden se ha enfrentado a una creciente presión pública para conseguir su liberación.
En un movimiento no habitual, el secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, dialogó la semana pasada con su homólogo ruso, Sergey Lavrov, instándolo a aceptar un trato en virtud del cual Griner y Paul Whelan, un estadounidense encarcelado en Rusia por una condena por espionaje, quedarían en libertad.
La llamada Lavrov-Blinken marcó el contacto conocido de más alto nivel entre Washington y Moscú desde que Rusia envió tropas a Ucrania hace más de cinco meses, el contacto directo contradice los esfuerzos de Estados Unidos para aislar al Kremlin.
Las personas familiarizadas con la propuesta dicen que prevé cambiar a Griner y Whelan por el notorio traficante de armas Viktor Bout.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, dijo a los periodistas el lunes que Rusia ha respondido de “mala fe” a la oferta del gobierno de Estados Unidos, una contraoferta que los funcionarios estadounidenses no consideran seria, sin dar más detalles.
Griner reconoció que había recipientes de vaporizador que contenían aceite de cannabis en su equipaje cuando fue arrestada en un aeropuerto de Moscú en febrero. Pero ella insistió en que no tenía intención delictiva y que los botes terminaron en su equipaje porque estaba empacando a toda prisa. Griner jugó para un equipo de baloncesto femenino ruso durante las vacaciones de la WNBA.
Para reforzar su caso, sus abogados defensores han presentado testimonios de médicos de que le recetaron cannabis como tratamiento para el dolor. El tratamiento con marihuana medicinal no es legal en Rusia.
Si bien los jueces tienen libertad para considerar los factores atenuantes según la ley rusa, las absoluciones son raras y representan menos del 1% de los casos en los procesos penales rusos.
Sin embargo, una condena podría allanar el camino para el intercambio de Griner, ya que los funcionarios rusos dijeron que solo podría ocurrir después de que se complete el proceso judicial.
Tom Firestone, un abogado de Washington que anteriormente se desempeñó como asesor legal en la Embajada de los Estados Unidos en Moscú, dijo que Griner podría recibir una sentencia dura como una forma de que los rusos “maximicen su influencia en las negociaciones”. Le dijo a The Associated Press que Rusia “podría querer dejar que esto se desarrolle un poco más y tratar de obtener más concesiones”.
Los funcionarios rusos se han burlado de las declaraciones de Estados Unidos sobre el caso, diciendo que muestran una falta de respeto por la ley rusa. Permanecieron con cara de póquer, instando a Washington a discutir el tema a través de una “diplomacia tranquila sin publicaciones de información especulativa”.
(con información de AP)
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