La OTAN informó que sigue de cerca la tensión entre Kosovo y Serbia, y señaló que está dispuesta a intervenir si el conflicto escala. La Organización del Tratado del Atlántico Norte lo comunicó este domingo, luego de que se anunció que varios pasos fronterizos entre las dos naciones fueron cerrados.
“La misión de la KFOR (Kosovo Force) dirigida por la OTAN está vigilando de cerca y está preparada para intervenir si la estabilidad se ve comprometida, de acuerdo con su mandato, procedente de la Resolución 1244 de 1999 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas”, afirma. Y agrega: “Nuestra misión de la OTAN está totalmente enfocada en el implemento diario del mandato de las Naciones Unidas para asegurar un clima de seguridad y libertad de movimiento de todas las personas de Kosovo”.
Asegura que la OTAN mantiene una postura visible y ágil en el territorio, y sus funcionarios se mantienen en contacto con las autoridades de ambos países.
En el comunicado, la alianza también afirma que sigue apoyando plenamente el proceso de normalización entre Pristina y Belgrado a través del Diálogo facilitado por la UE y pide a todas las partes que continúen las negociaciones: “Es fundamental para la paz y la seguridad regionales. No habrá perspectivas reales de un futuro mejor en los Balcanes si no se respetan plenamente los derechos humanos y los valores democráticos, el Estado de Derecho, las reformas internas y las relaciones de buena vecindad. El diálogo constructivo es clave para la estabilidad regional”.
Y recalca: “La KFOR tomará las medidas necesarias para mantener un entorno seguro en Kosovo en todo momento”.
Este domingo la policía de Kosovo cerró dos cruces fronterizos con Serbia después de que hombres armados desconocidos dispararon contra oficiales en el norte del país y los serbios étnicos bloquearon carreteras, a medida que aumentan las tensiones por las nuevas reglas fronterizas de Pristina.
Nadie resultó herido durante el incidente, dijo un comunicado de la policía.
Por su parte, el ministro de Defensa de Serbia negó enfrentamientos entre el ejército serbio y la policía de Kosovo.
Kosovo proclamó su independencia de Serbia en 2008, pero los serbios étnicos, que constituyen la mayoría en la región norte, no reconocen la autoridad de Pristina. Muchos siguen siendo políticamente leales a Serbia, que aún brinda apoyo financiero.
Las últimas tensiones se produjeron después de que Pristina dijera el lunes que las personas que ingresen a Kosovo con identificaciones serbias deberán reemplazarlas con un documento temporal durante su estadía en el país.
El gobierno también dijo que los serbios étnicos que tengan placas de matrícula emitidas por Serbia tendrán que cambiarlas por placas de Kosovo en un plazo de dos meses.
El primer ministro Albin Kurti dijo el domingo que era una medida recíproca ya que Belgrado exige lo mismo a los ciudadanos de Kosovo que ingresan a Serbia.
El domingo por la noche, cientos de camiones, camiones cisterna y otros vehículos de transporte pesado de serbia estacionaron en las carreteras hacia los cruces de Jarinje y Brnjak con Serbia, bloqueando el tráfico, dijo un corresponsal de la AFP.
Grandes multitudes de serbios locales se reunieron alrededor de las barricadas con la intención de permanecer allí.
El presidente serbio, Aleksandar Vucic, dijo el domingo que la situación en Kosovo nunca había sido “más compleja” para Serbia y los serbios étnicos.
“La atmósfera se ha complicado”, dijo Vucic, advirtiendo que “Serbia ganará” si los serbios son atacados.
Kurti acusó a Vucic de provocar “disturbios”.
“Las siguientes horas, días y semanas pueden ser desafiantes y problemáticos”, dijo Kurti en Facebook.
Las últimas tensiones importantes en la región se produjeron en septiembre, cuando cientos de personas de etnia serbia protagonizaron protestas diarias y bloquearon el tráfico en los dos pasos fronterizos.
Su enfado se desencadenó por la decisión de Pristina de exigir a los conductores con placas de matrícula serbias que se pusieran placas provisionales al entrar en Kosovo.
Los que entraban desde Kosovo tenían que hacer lo mismo en Serbia.
Las conversaciones lideradas por la UE entre Kosovo y Serbia iniciadas en 2011 no han logrado hasta ahora ninguna normalización de los lazos.
Kosovo ya es reconocido por aproximadamente 100 estados, incluidos los Estados Unidos y la mayoría de los países de la UE, pero Serbia se niega a hacerlo.
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