El presidente francés, Emmanuel Macron, intercambió un largo apretón de manos con el príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohamed bin Salmán, a su llegada al Palacio del Elíseo para una “cena de trabajo” en la noche de este jueves.
Macron prefirió saludar así, con una sonrisa, al príncipe heredero, en contraste con el choque de puños del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, hace dos semanas, un gesto muy criticado, pese a la frialdad que mostraban las caras de ambos líderes.
Esta visita se produce después de que el príncipe heredero se reuniera el martes con el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, en la capital de Grecia, Atenas, para fomentar la cooperación bilateral en el marco de la primera parada de su primera gira por países de la Unión Europea desde el asesinato del periodista Jamal Khashoggi, asesinado en 2018 en el consulado saudí en Estambul.
“Comprendo a todos los que están atentos a las cuestiones de los Derechos Humanos y la libertad, y estos serán sin duda mensajes que el presidente de la República (Macron) transmitirá a Mohamed bin Salmán”, dijo antes del encuentro la primera ministra francesa, Elisabeth Borne, a Franceinfo.
En este sentido, señaló que es importante, dada la actual crisis del combustible con motivo de la guerra entre Rusia y Ucrania, que existan estos “intercambios sin renunciar de ninguna manera a nuestros objetivos, nuestros valores y el respeto a los Derechos Humanos”.
El viaje del príncipe heredero a Francia, sin embargo, causó malestar en las organizaciones internacionales. Así, la organización pro Derechos Humanos Democracia para el Mundo Árabe Ahora (DAWN), junto a Iniciativa de Justicia Social Abierta —OSJI, por sus siglas en inglés— y la ONG TRIAL Internacional, han interpuesto una denuncia penal en Francia contra Bin Salmán.
En concreto, el texto, presentado este jueves en los tribunales franceses por DAWN, organización creada por el propio Jashogi en junio de 2018, contempla en sus 42 páginas que el príncipe heredero saudí es “cómplice de la tortura y desaparición forzada” del periodista, por lo que implica “delitos sujetos a enjuiciamiento interno” en Francia.
La oposición también ha respondido a la polémica visita de Bin Salmán. “Dice que estamos dispuestos a comprometer los valores que tenemos para el petróleo. Arabia Saudí, que es el país que castiga la homosexualidad con la pena de muerte, que descaradamente mata a la población civil de Yemen”, criticó la diputada verde Sandrine Rousseau.
Además, el parlamentario del partido ultraderechista Agrupación Nacional, Julien Odoul, señaló que “la política moralista de Macron debilita al pueblo francés ante el pueblo ruso”, aunque “con Arabia Saudí no hay valores, no hay Derechos Humanos y derechos de las mujeres”.
En los mismos términos se expresó también la secretaria general de Amnistía Internacional, Agnès Callamard, quien ha dicho que “se puede negociar” con Arabia Saudí, aunque no es necesario “rehabilitar a un príncipe asesino”, según informó la cadena BFMTV.
Por su parte, el secretario general de Reporteros Sin Fronteras, Christophe Deloire, pidió en un comunicado a Francia que intervenga frente a Bin Salmán para la liberación de los 27 periodistas que están actualmente detenidos en el país.
“Casi cuatro años después del asesinato del periodista Yamal Jashogi, la reintegración de Mohamed ben Salmane a las relaciones internacionales no puede llevarse a cabo desafiando la verdad y la justicia”, agregó, poniendo el foco en el caso del informador Raif Badawi.
Este periodista, que tiene ahora 38 años, fue arrestado en 2012 por criticar a la policía religiosa saudí a través de redes sociales, por lo que fue condenado a diez años de cárcel y a recibir mil latigazos por sus “insultos” al islam.
“El bloguero ahora está sujeto a una prohibición de salir del territorio por otros tantos años. Su esposa e hijos, exiliados en Canadá, multiplicaron los llamamientos (para lograrlo)”, informó Reporteros sin Fronteras.
“MBS (Mohamed bin Salmán) aparentemente puede contar con Emmanuel Macron para rehabilitarlo en la escena internacional, a pesar del atroz asesinato del periodista Yamal Jashogi”, denunció, por su parte, en Twitter la directora de Human Rights Watch Francia Bénédicte Jeannerod, lamentó un “doble rasero”.
(Con información de Europa Press)
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