El primer ministro iraquí en funciones, Mustafa al Kazemi, y el presidente, Barham Saleh, urgieron el jueves a las fuerzas políticas del país a entablar un “diálogo nacional” para resolver la crisis que atraviesa Irak, que se intensificó el miércoles con el asalto de manifestantes en el Parlamento.
En un comunicado, la oficina de Al Kazemi instó a las formaciones a que “intenten construir un diálogo constructivo para tratar las diferencias y salir del estado de bloqueo”, así como que “no suman al país en una crisis de seguridad o social”.
“El gobierno pide unidad para hacer frente a esta crisis y a las diferencias, con el espíritu del dialogo nacional”, apuntó el primer ministro, en relación al asalto de ayer en el Parlamento por parte de cientos simpatizantes del influyente clérigo chií Muqtada al Sadr.
La multitud ocupó por unas horas el Legislativo en protesta por la elección de un candidato a primer ministro de la alianza Marco de Coordinación, la que cuenta con más escaños en la Cámara después de que los diputados del Bloque Sadrista -formación apadrinada por el clérigo- dimitieran en junio en protesta por el bloqueo político para elegir un nuevo presidente y Gobierno.
El Marco de Coordinación, una alianza de partidos chiíes que incluye a las milicias leales a Irán, responsabilizó al Gobierno del asalto, al considerar que las fuerzas de seguridad “no cumplieron con su deber” de detener a los manifestantes.
En este sentido, Al Kazemi negó las “campañas de difamación injustas” contra el Gobierno saliente y llamó a “preservar bien” la “seguridad de Irak y la de su pueblo”.
Por su parte, el presidente de Irak, Barham Saleh, también hizo un llamamiento a las fuerzas políticas para que inicien un “diálogo conjunto para encontrar soluciones a la situación actual, dentro del marco constitucional y legal”, informó la agencia de noticias estatal iraquí INA.
La crisis se desató después de que el Marco de Coordinación anunciara a Mohamed Shia al Sudani, exministro de Trabajo y Asuntos de Sociales, como su candidato para formar un nuevo Gobierno, tras más de nueve meses de parálisis política desde las elecciones parlamentarias de octubre de 2021.
La selección del candidato se produjo un mes después de que el Bloque Sadrista, el más votado en los comicios, renunciara a sus 73 escaños en el Parlamento en protesta contra el bloqueo que le impuso el Marco de Coordinación -su némesis chií- para formar un Gobierno y elegir a un presidente.
Varios diputados y analistas políticos iraquíes apuntaron que la retirada de la política de Al Sadr, uno de los hombres más poderosos de Irak, tensaría aún más la situación política en el país, puesto que el influyente clérigo cuenta con un gran apoyo de las masas más populares y tiene una gran capacidad de movilización.
(Con información de EFE)
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