Viktor Orban volvió a provocar una gran polémica por sus constantes comentarios y declaraciones racistas y, al mismo tiempo, volvió a apuntar contra la Unión Europea y el estilo de vida que busca impulsar en el continente.
El Comité Internacional de Auschwitz se mostró este martes “alarmado y consternado” ante los comentarios “racistas” del primer ministro húngaro, quien pronunció un discurso en el que se mostró en contra de la mezcla interracial en el país.
“La Unión Europea hará bien en continuar distanciándose lo más masivamente posible de los trasfondos racistas de Orban y dejar claro al mundo que (el primer ministro húngaro) no tiene futuro en Europa”, indicó en un comunicado el vicepresidente ejecutivo de la organización, Christoph Heubner.
En este sentido, subrayó que “sus políticas populistas de derecha y antieuropeas” buscan “borrar los valores de la Unión Europea”, ya que recuerdan a “los tiempos oscuros de su propia exclusión y persecución” (de la comunidad judía).
En su discurso, Orban alegó que la última propuesta de la Comisión de la UE para reducir el consumo de gas en un 15 por ciento es una medida que no sabe “cómo se debe hacer cumplir”, aunque aseguró que ya hay “conocimientos alemanes para ello del pasado”, en clara alusión a las cámaras de gas del régimen nazi.
“La fuerza, el prestigio y la capacidad de actuación de Occidente se están desvaneciendo”, declaró, por otro lado, Orban hace tres días ante miles de simpatizantes en la ciudad rumana de Baile Tusnad, donde se autoproclamó como “defensor” de la identidad cultural y política de Hungría frente a la burocracia de Bruselas.
Como hizo otras veces, el primer ministro señaló al multimillonario húngaro-estadounidense George Soros como el verdadero arquitecto de la política europea, algo que los defensores del filántropo califican como un comentario falso y veladamente antisemita.
“Que vivan como quieran, pero que nos dejen vivir. Solo hay que aceptar que el padre es hombre y la madre es mujer”, añadió Orban en relación a un caso abierto de la UE contra una ley húngara que restringe la información sobre temas de la comunidad LGBTQ.
“En lugar de transgénero, solo tenemos Transilvania”, señaló ante sus simpatizantes en un comentario que además alude al estatus de esta región rumana, vinculada históricamente a Hungría, en medio de un discurso interrumpido por un político del país que levantó una pancarta con la leyenda ‘Transilvania es tierra rumana para siempre’, antes de ser escoltado por la seguridad del evento.
Miles de húngaros participaron el sábado pasado en la marcha anual del Orgullo de Budapest, prometiendo seguir luchando contra las políticas del gobierno en materia de derechos LGBTQ que han provocado la condena de la UE.
El Ejecutivo sostiene que la ley aprobada el año pasado para limitar la enseñanza de la homosexualidad y la transexualidad en las escuelas es una forma de proteger a los niños, pero los grupos de derechos humanos dijeron que discriminaba a las personas LGBTQ y fue calificada de “vergüenza” por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
La coalición de gobierno entre el Fidesz de Orban y la Democracia Cristiana, que ganó las elecciones en abril, dice que los derechos LGBTQ y otras cuestiones sociales de este tipo son asuntos que deben decidir los gobiernos nacionales en la Unión Europea.
Orban, en el poder desde 2010, debe parte de su éxito electoral a una línea dura en materia de inmigración y a la promoción de políticas sociales que, según él, pretenden salvaguardar los valores cristianos tradicionales del liberalismo occidental.
En un discurso pronunciado el sábado en Rumania, Orban dijo que los grandes retos a los que se enfrenta Hungría son la demografía, la migración y la política de género, además de la guerra en Ucrania y los problemas económicos.
(Con información de Europa Press y Reuters)
Seguir leyendo: